Santi Millán, fuera de 'Caiga quien caiga': un negocio fallido que acabó en llamas, comienzos en un matadero y 17 años de amor junto a su pareja, Rosa Olucha

Santi Millán (56 años) es uno de esos presentadores cuyo triunfo es silencioso. Un. éxito que se alarga en el tiempo, casi sin querer y sin llamar demasiado la atención. Así lo avalan las casi dos décadas enlazando proyectos, que es con lo que sueña todo aquel que se dedica al mundo de la televisión.

Él empezó en el teatro con solo diez años, ahora tiene 56 y todavía no ha parado. De hecho, desde muy joven sabía que el mundo del arte y la interpretación era lo suyo. Y, tal como ha explicado en más de una ocasión, siendo solo adolescente se puso a trabajar en un matadero para pagarse la formación en el Colegio de Teatro de Barcelona. Después, logró ir haciéndose un hueco en su ciudad con la compañía La Cubana.

2002 fue, sin duda, su gran año. Ese fue el momento en que se incorporó a ‘Periodistas’, que era la serie de gran éxito del momento, y, posteriormente, se unió al reparto de ‘Siete vidas’. Su participación en la 'sit-com' le proporcionó el éxito internacional y fue el primer paso para estar donde hoy está.

De sus inicios como actor, al triunfo como presentador

Durante mucho tiempo, Santi se dedicó solo a la interpretación. Ya fuera en televisión,  como en teatro o cine. No fue hasta que su carrera estuvo más consolidada cuando se le abrieron las puertas de los platós para medirse como presentador, algo para lo que, evidentemente, ha resultado estar a la altura. Solo hay que ver que Got Talent, programa que conduce, y que lleva en pantalla diez temporadas.

Sin embargo, si a día de hoy se le pregunta, no sabe responder si prefiere lo uno o lo otro, actuar o presentar. Hace no mucho, durante una entrevista explicaba lo siguiente: “el hecho de sentirme cómodo no depende tanto de lo que esté haciendo, sino de con quién lo estoy haciendo. El género no determina la comodidad. En este programa me he sentido muy cómodo y arropado, porque lo he hecho con la gente de Fremantle que nos conocemos mucho, y me lo he pasado muy bien” decía en referencia a ‘Adivina qué hago’, programa que también condujo.

Un restaurante fallido y una empresa en activo: los otros negocios de Santi Millán

Pero no todo le ha ido tan bien como su faceta artística. En los negocios no ha tenido tanta suerte. En el año 2011 se adentró en el mundo de la hostelería con un restaurante a pie de playa en Barcelona llamado Boo Beach Club. Este estaba ubicado en Poblenou, en un emblemático edificio en forma de barco, que durante años funcionó muy bien, pero, tras la pandemia, todo fue a pique. No solo tuvo pérdidas, sino que, además, en agosto de 2020 sufrió un incendio del que ya no pudo recuperarse. Tras una ocupación ilegal de todo el edificio, se decidió que fuera derribado debido al deteriorado estado de la construcción. Y con el derribo, Santi tuvo que darle el adiós definitivo a lo que un día fue un sueño.

Pero esa no fue su única aventura empresarial, a día de hoy tiene dada de alta una empresa domiciliada en su Barcelona natal y dedicada, según reza en el Registro Mercantil, al alquiler de bienes inmuebles por cuenta propia y a la producción, dirección y creación de espectáculos audiovisuales y cinematográficos.

La sociedad se llama Visualtrade Productions SL, se dio de alta en 2007 y, aunque desde 2019 no ha presentado cuentas, sigue en activo y mantiene un capital social de 304.500 euros. No es una empresa millonaria, pero no está nada mal, y, unido a su sueldo en Mediaset, hace sospechar que la situación del presentador es más que positiva.

Rosa, la mujer de su vida

Donde no se trata de sospechas, sino de un hecho fehaciente, es en su vida privada. Lleva casi 20 años con su mujer, Rosa Olucha. 17 de casados, y tienen dos hijos ya adolescentes en común. Ella se dedica a la realización y a la dirección televisiva y, aunque siempre se han mostrado muy discretos, cuando han tenido la oportunidad, también han demostrado ser un matrimonio muy unido. De hecho, fueron un ejemplo de equipo cuando tuvieron que hacer frente a la publicación de un video íntimo de Santi con otra mujer, y la primera que salió en su defensa y a denunciarlo fue Rosa.

Sin duda, Santi Millán está en un muy buen momento. El nuevo ‘Caiga quien caiga’ parece hecho a medida para él, quien, en solo dos entregas, ya ha demostrado estar disfrutando muchísimo del formato. Las audiencias por ahora han sido discretas, pero lo cierto es que Mediaset está sufriendo un momento complicado y no es fácil que los proyectos calen a la primera. Pero tampoco se ha desplomado y eso es un buen síntoma. Habrá que esperar para saber más.