Santi Millán: "Dani Martín llega a ‘Chiringuito’ a levantarme la novia"

Redacción

Lecturas.com

Santi millán

Hay que tomarse la vida con humor. Cualquier momento, por dramático que sea, se puede ver en clave de comedia. Eso, dice Santi Millán, le permite ser más feliz y, como las cosas le van rodadas, debe de ser la clave de su éxito. Acapara prime time en cadenas antagónicas y se lo toma a guasa. De gamberro en un concurso en Neox a cocinero con mucho conflicto interno en la segunda temporada de ‘Chiringuito de Pepe’. La serie, que empezó siendo una pequeñita apuesta en Telecinco, rueda ahora su segunda temporada con el marchamo de haber sido la serie revelación de la temporada pasada con nuevas incorporaciones al elenco, Karra Elejalde y Dani Martín con quien se disputará el cetro de ser el galán de la serie. “Y me gana por goleada. Más guapo, más alto, más joven... Es un error de casting”, bromea con Lecturas.

Terminamos la primera temporada con un descubrimiento, el padre de Sergi es Pepe y ahora ¿qué?

Pues en definitiva, lo mismo. Vale, es su padre, pero se acaban de conocer como quien dice. Seguimos teniendo las mismas diferencias. Es cierto que habrá cosas que pasen a ser mejores, pero otras, otras no sé si serán peores que antes... (risas) Seguimos con los mismos problemas y además, con un handicap añadido y es que Sergi, que ha sido siempre una persona tan estricta a la hora de separar lo personal de lo profesional, se encuentra ahora que su negocio, que ya era familiar, le mete de lleno en la contradicción interna de “estoy trabajando con la familia cuando yo siempre he huido de eso y además pienso que no es lo correcto”. De ahí que en la segunda temporada llame a Gaskón (el personaje que interpreta Karra Elejalde) para que él cumpla ese trabajo para el que él se ve imposibilitado: meterlos en vereda.

Y ¿en lo sentimental?

Está muy liada la cosa (risas). La cosita está muy mal (risas). Es que mi personaje no da para más. No da una a derechas... Tiene un problema. Sergi solo está feliz y se siente seguro en la cocina. Cuando le sacan de su hábitat, se pierde. Y además, está en el inicio de la relación con Mati y tampoco quiere decírselo a nadie porque no sabe si lo que siente es algo de verdad, si es una historia que pasará... Tiene un hijo... Y claro, lo de meter a alguien en su casa con su hijo, decirle a todo el mundo con quién está cuando además el prohibió las relaciones sentimentales entre la gente del trabajo... es todo un problema.

¿Cuándo va a decir “no quiero más dramas en mi vida”?

Es verdad. Todo se puede tratar de forma de comedia. O de drama, claro. En El Chiringuito estamos siempre en la linea. No de hacer chistes, pero sí de buscar situaciones que hagan gracia. Las situaciones de nuestra vida no son pretendidamente divertidas. Lo son por el contexto, por ciertas cosas que de repente nos haces gracia. Como también pasan cosas que nos tocan la fibra. El choque de formas de entender la vida de Sergi y de Pepe, ese tipo de contrastes, según como se vean, pueden ser divertidos, emotivos o dramáticos.

¿Tú eres como Sergi?

Fisicamente nos parecemos mucho... La verdad es que no sé qué decirte... No. No me siento muy identificado con él. Sergi es muy obsesivo. Yo no lo soy. Sergi es muy exigente. Yo soy mucho más tolerante. Sergi no empatiza para nada con nada ni con nadie. Yo, en cambio, soy muy empático. No nos parecemos en absolutamente nada.

¿Tú cocinas como buen catalán?

Yo solo me defiendo en la cocina. No estoy al nivel de dos estrellas Michelin (risas) Es cierto que tuve una época muy enrollada con la cocina. En que me compré mi thermomix, tengo mis sifones para hacer espumas, mis mandolinas, mis cuchillos, pero no...

Estás más liado con el deporte... El deporte es competitivo y exige disciplina...A ver si vas a tener más que ver con Sergi de lo que te crees.

Es más de constancia y sacrificio. Y yo, yo... soy bastante tolerante con el fracaso (risas). De hecho, en mi faceta deportiva solo he cosechado fracasos (risas) Y los disfruto mucho (risas) Eso, Sergi en cambio no podría soportarlo. Él, en lo que se mete, tiene que ser el número 1 y si no, lo pasa mal. Yo no. A me gusta mucho la parte lúdica de las cosas. Si me pongo, me pongo, pero voy a pasármelo bien. En cambio, hay mucha gente que sufre mucho. Que todo le preocupa de manera agónica. Yo intento encontrar la parte divertida del proceso.

Pues como actor imagino que encontrarte con alquien a quien no entiendes debe de ser enriquecedor ¿no?

Totalmente. Sergi es el más racional de todos los personajes, de ahí que el público empatice con los fritangas, con sus carencias, con sus desastres, porque al final, se lo pasan bien, son felices. La autoexigencia es lo que te bloquea y no te deja disfrutar de las cosas. Lo que ocurre es que en el caso de Sergi, su éxito le autorreaafirma en la creencia de que tiene que ser así porque así es como ha triunfado. Cree que el secreto de su éxito es lo mismo que no le deja vivir. A lo mejor es que no hace falta triunfar tanto ¿no?

Una muestra de tu éxito y el de la serie es que en T5 va a protagonizar el momento de las 12 campanadas. Tu en cambio no vas a estar ¿por qué?

No... Estoy fuera. Porque tenía un compromiso ya adquirido y cuando propusieron lo de las campanadas, ya no podía ser. Y me sabe fatal...

Es que eres demasiado culo inquieto. ¿en dónde no estás metido?

Es que la base de este trabajo es la inseguridad. Mira, ahora estamos rodando la segunda temporada de El Chiringuito pero cuando hacíamos la primera, no sabíamos que iba a haber segunda. Vitalmente no puedes esperarte a que te digan que así va a ser. Tienes que buscarte la vida. Tener alternativas y otras opciones porque si tienes que esperar puedes estar tocándote las pelotas en casa tres meses... Yo no me lo puedo permitir. Aparte de que no me gusta. A mi me gusta trabajar.

¿Afrontas esta nueva temporada con el peso de los 4,5 millones que veían la serie durante la primera?

Si estamos trabajando obsesiondos con eso, con que no vamos a llegar, con que las segundas temporadas se ven menos y con que todo es una mierda, mejor dedicarse a otra cosa... Yo soy más de fuimos la serie revelación y por eso estamos haciendo la segunda temporada. Es lo mejor que nos podía pasar.

¿Y que venga Dani Martin a disputarte el momento “guapo de la serie”?

Es una putada. Más joven, más guapo, más alto. Pero qué mierda es esta. Un horror (risas)

Me lo figuraba...

Además viene a remover el panal. A tocar los cojones básicamente. En lo personal y en lo profesional. A levantarme la novia. Dani es un error de cásting claramente (risas) La verdad es que es estupendo. Tenemos una muy buena relación... Y eso que es más guapo que yo...

Y ¿Karra?

Karra es la bomba. Es un tio acojoanante, tiene una fuerza, una energía...

¿Y para cuando el papel dramático, Santi?

A mi me gusta este trabajo. Y la comedia es un género que me divierte, que me gusta, que es mi herramienta de trabajo y de vida. El humor es fantástico. Hay que tomarse la vida con humor. Es lo más salusable. Si nos tomáramos la viva con sentido del humor, indudablemente la vida sería mejor.