Poco podíamos imaginar que los últimos instantes del debate de ‘GH VIP’ acabarían con unas palabras tan amargas pronunciadas por su presentadora.
Sandra Barneda aparecía bailando, sonriente y marcándose un baile de lo más sugerente y sexy vestida de esmoquin y al ritmo de ‘Simply irresistible’ de Robert Palmer.
Las ganas de Barneda acompañaban en una noche tan especial. Había llegado el momento del último debate del reality, pues el domingo que viene ya se celebra su gran final. Una velada televisiva que contó con todos los colaboradores y expulsados y en los que se entregaron los galardones ‘DBT de Oro’. Aída Nizar por fin sintió el cariño del público, pero no se quedó muy conforme de que Tutto Duran se llevara el gran premio de la noche: el bastón de oro.
Aún así, la noche nos deparaba muchas más sorpresas, la más sonada, con los títulos de crédito sobreimpresos en la pantalla.
Un vídeo a traición y un micro indiscreto jugaban una presunta mala pasada a la presentadora. La repentina interrupción durante una presentación, la dejaba sorprendida y a algunos espectadores desde sus casas les parecía oír que soltaba un “¿Qué coño…?” fuera de pantalla. Desde las redes sociales comentaban el momento, sin embargo, la presentadora advertía después que en realidad dijo "Toño".
Ya entrados en la madrugada del lunes, Sandra Barneda se disponía a despedir el programa y la edición del debate de GH VIP de este año. Sin rencores hacía los momentos tensos con Aída Nízar o Marta López, por recordar los más recientes y sonados, Sandra daba las gracias a los colaboradores: "Ha sido un placer estar con vosotros, chicos, colaboradores”.
Pero dejaba para el final para hablar de un hecho fuera de cámaras que ha oscurecido el transcurso del programa y que la habría puesto en grandes aprietos. “Se han vivido momentos desagradables, dentro del plató y fuera del plató”, confesaba con el semblante serio. “Yo pensaba que no me encontraría con momentos tan lamentables como los que he vivido, cuando las cámaras no estaban, pero lo que no se ve, no se cuenta”, concluía con amargura.
La quinta edición del reality ha sido un hueso duro de roer para sus presentadores. Tanto Sandra como Jordi González han tenido que lidiar con situaciones de alta tensión y ahora vemos que no solo en pleno directo y ante las cámaras. González ya confesó recientemente que quería ya "perder de vista" a los concursantes de esta edición.