MasterChef Celebrity abre sus puertas de nuevo este jueves 7 de septiembre, y lo hace con la plena confianza de la cadena, que prácticamente blindó su permanencia antes del inicio de la temporada, es sin duda uno de los programas más importantes de la televisión pública porque desde sus comienzos, hace más de diez años, siempre le ha dado enormes alegrías de audiencia. En principio junto a Eva González, que era la encargada de conducirlo y desde hace ya más de cuatro temporadas con Jordi Cruz, Samantha Vallejo-Nágera y Pepe Rodríguez al frente. Todos ellos fueron jueces desde el principio, y han ido viendo crecer sus negocios y evolucionar sus vidas mientras grababan en las más diversas localizaciones.
Pero eso no quiere decir que sus carreras comenzasen entonces, pues los tres eran más que conocidos y Samantha en concreto ya había luchado mucho por sus sueños antes de que estos se hicieran públicos en los fogones televisivos. Ella había comenzado a hacerse un nombre en el mundo de la hostelería, algo por lo que luchó aun teniendo caminos más sencillos, porque viene de una familia de reconocidos y prestigiosos médicos psiquiatras, sin embargo, esa no era su vocación, la cocina. Y MasterChef tampoco fue su estreno en televisión, pues ella ya había tenido un espacio propio en Canal Cocina en el que hacía todo tipo de recetas.
Las empresas de Samantha Vallejo-Nagera
Poco a poco, desde muy jovencita, ha ido labrándose un futuro. En 2010 dio de alta la sociedad con la que ahora gestiona su catering, ‘Samantha Vallejo-Nágera Catering SL’, desde el comienzo ella ha sido la única encargada de gestionar su empresa, cuya actividad está tipificada como "elaboración y distribución de toda clase de productos alimenticios, así como de bebidas y licores la ejecución de actividades relacionadas con el servicio de catering comprendidas en la rama de la hostelería”. Si bien durante sus primeros años las cifras eran más tímidas, tuvo un gran empuje con la aparición de la chef en el programa de TVE y ha logrado mantenerlo. En las últimas cuentas que pueden consultarse, las pertenecientes a 2022, logró hacer una cifra de negocio de 2,9 millones de euros y mantener un valor total de la empresa de 1,8 millones, una cifra nada desdeñable teniendo en cuenta que 2020 supuso un parón enorme parala hostelería debido a la pandemia por la Covid-19.
Pero este no es su único negocio, hace poco comenzó con su marido su proyecto más personal, concretamente en 2019 aunque comenzó a funcionar a finales del 2020. Se llama ‘La Taberna de Roscón SL’ y se trata de una opción de ocio que incluye gastronomía y hospedaje en Pedraza (Segovia), su pueblo y su lugar favorito en el mundo. Allí ofrece pasar la noche, conocer el lugar y cenar carne a la brasa en un intento por regresar a la cocina más pura y clásica y que siempre ha sido tradición en la comarca. Teniendo en cuenta los números parece que su iniciativa ha tenido una buenísima acogida, pues en su primer año de vida la facturación rozó los 900.000 euros y el valor de la sociedad asciende a cuatro millones, algo que no es de extrañar teniendo en cuenta que han invertido mucho en este proyecto que comenzó con un capital inicial de un millón de euros.
Atendiendo a todos estos datos resulta evidente de que, aunque a Samantha lo que le guste sea la cocina, los negocios tampoco se le dan del todo mal. Y si a estas cifras les sumamos el sueldo que le paga la cadena por su participación en MasterChef, que si los datos publicados son veraces y no han cambiado asciende a 10.000 euros por programa, lo que le permite tener una vida más que desahogada económicamente y disfrutar así de su trabajo, de su familia y de ella misma.
Y es que aparte de amante de la cocina y trabajadora nata, Samantha es madre y se siente muy orgullosa de su papel como tal, es madre de cuatro hijos, Chloe de 20 años, Pedro de 19, Roscón de 15 y el pequeño, Diego, de 12, y siempre que puede comparte parte de su maternidad, que ahora mismo pasa momentos muy diferentes con cada uno y que comparte, en equipo, con su marido Pedro Aznar, al que adora. Las cosas le van bien y ella es feliz, de hecho en cada entrevista que se le hace se muestra más agradecida por las oportunidades que ha tenido y sigue teniendo, algo de lo que no todo el mundo disfruta, y ella lo sabe.