Sálvame: Raquel Bollo luchará por cobrar la pensión de viudedad de Chiquetete

Tal como cuenta el programa, en caso de ser aceptada su solicitud, tendrá que compartirla con su anterior esposa, Amparo Cazalla

Raquel Bollo

Giro de guión en la vida de Raquel Bollo y que está íntimamente relacionado con la muerte de Chiquetete. La colaboradora televisiva ha tomado una decisión que ha cogido por sorpresa a propios y extraños.

Después de luchas encarnizadas que ambos protagonizaron en los tribunales, y de que la justicia le diera la razón en dos ocasiones (una como víctima de malos tratos y otra por considerarla inocente de haber vertido contra el cantante injurias y calumnias), la Bollo reclama la pensión de viudedad del artista.

Se trata de una petición que, en contra de lo que se pueda pensar, está totalmente legitimada, pues tras haber sido esposa de Chiquetete, fallecido en diciembre de 2018, desde 1994 hasta 2003, la puede reclamar oficialmente. Tal como ha contado 'Sálvame', su parte será proporcional a los años de unión y tendrá que repartírsela con su primera mujer, Amparo Cazalla, de 75 años, que estuvo casada casi veinte años con él, y cuya salud y economía no son boyantes.

La cuestión que apunta también el programa de Telecinco es que no resultaría un buen negocio para los herederos reclamar la herencia, debido a las presuntas deudas que el artista habría dejado pendientes por resolver. En el caso de luchar por beneficiarse de su legado, también tendrían que hacerse cargo de esos pagos (16.000 euros que le estaría debiendo precisamente a Raquel), por lo que sus hijos mayores habrían renunciado a la herencia de su padre, renunciando también a los derechos de autor sobre su obra y a la casa familiar de la que Carmen Gahona es usufructuaria.

Y este ha sido el 'quid' por el que Carmen Gahona ha montado en cólera. 'Sálvame' se ha puesto en contacto con la colaboradora de 'Supervivientes' que, muy enfadada, ha dado su opinión sobre estos movimientos que se están haciendo a costa de la memoria de su expareja.

"No hay herencia", decía tajante la empresaria antes de declarar airada: "El que diga que Antonio tenía alguna deuda antes de morirse, cuando se ha ido al Cielo sin ninguna, porque se las he pagado yo, que lleve la documentación". "Me he puesto mala con esto. No quiero darle más cuerda a esta gentuza y como sigan así les siento en un banquillo ya. ¿Todavía quieren seguir viviendo de él después de muerto?", se lamentaba.