Carmen Borrego ha vivido una tarde de emociones fuertes en 'Sálvame'. Este miércoles 3 de abril se despedía del programa definitivamente tras admitir que ya no se siente con fuerzas de continuar siendo colaboradora del programa. Terelu Campos ha permanecido a su lado en su prueba más complicada y no ha podido evitar romperse. Unas circunstancias que han llevado a Carmen a parar el enfrentamiento que estaba viviendo con sus compañeros y ha gritar basta. No voy a seguir tolerando que mi hermana lo pase mal. "Tengo familia y no voy a seguir con esto", decía mostrando su descontento.
Una de las razones que ha dado para su marcha ha sido precisamente para evitar sufrimiento a sus seres más queridos, entre los que, además de su hermana, también están sus hijos, su marido y, especialmente su madre.
Desde que María Teresa Campos sufrió el ictus hace ahora casi dos años, tanto Carmen como Terelu han puesto especial cuidado en evitar preocupaciones a la matriarca de la familia. Saben que es una persona que se preocupa en exceso por el bienestar de los suyos y acaban pasándole factura a su salud.
El objetivo de Borrego esta tarde era doble. Por un lado, expresar los motivos de su adiós sin que supusiera añadir un mayor coste emocional al que ya lleva acumulado estos días. Por el otro, conseguir que a su madre no le afectara el último asalto que le quedaba en el programa.
Cuando su hermana ya había cruzado por última vez la puerta del plató de 'Sálvame', Terelu ha revelado la consigna clara que su madre tenía para esta tarde tan complicada para su hija menor. La tertuliana, con los ojos vidriosos, pero con ganas de distender el ambiente, leía el revelador mensaje de lo estricta que se había puesto Carmen con María Teresa.
"No lo estoy viendo, porque tu hermana no quiere, pero tú que estás, ¿como ha ido todo?", le decía la veterana periodista muerta de curiosidad, pero también preocupada por sus hijas. La matriarca de las Campos ya suponía la respuesta (y la mentira piadosa encerrada en ella), pero aún así quería manifestar que estaba pendiente de ellas. Terelu le respondía sedosa, pero también con un escueto: "Todo bien". No cabe duda de que en los momentos más difíciles cierran filas y se convierten en una auténtica piña.