Parecía que el momento no se iba a producir nunca. Con Cristina Pujol entrando en su vida, uno de los frentes abiertos de Kiko Matamoros lo ha estado manteniendo con Paz Padilla. El encargado del 'Club del Espectador' manifestaba de manera clara lo mucho que le había molestado una broma que hizo la presentadora, con la que insinuó que su novia se habría dedicado a la prostitución. Un tema del que, por otra parte, Cristina se ha defendido con contundencia desde las páginas de Lecturas.
A raíz de ese detonante, Kiko le ha estado dedicando algún que otro 'dardo' a Paz, aunque esta no haya entrado al trapo. Desde bastante antes, el colaborador y la presentadora no habían vuelto a verse las caras en plató. Hasta ahora. Carlota Corredera y ella han cambiado sus días en 'Sálvame' esta semana y este jueves le ha tocado a la gaditana hacerse cargo del programa y acompañar a Matamoros en su sección.
Para la audiencia de 'Sálvame' este reencuentro era lo suficientemente morboso y la gran pregunta estaba en el aire: ¿qué harán y qué se dirán Paz y Kiko nada más verse? Sorprendentemente, si cualquiera se hubiera fiado del carácter pasional de ambos no habrían acertado la reacción que han tenido el uno con el otro.
Al final se ha impuesto la camaradería y el sentido común, y han tenido un primer acercamiento cordial. Padilla daba paso a 'El Club del Espectador' recibiendo en plató a Matamoros, de forma conciliadora, y ambos se saludaban con dos besos en la mejilla.
Cuando parecía que no iban a abordar las tensiones que se han generado entre ellos, al final de la sección, la actriz ha parado a Kiko y le ha dedicado unas preciosas y sentidas palabras, pues nunca quiso hacerle daño, y así se lo ha querido transmitir. "Sé que tú conmigo has tenido una cosita. No he visto las cosas que has dicho, no he querido verlo. Quiero que sepas que llevamos diez años trabajando juntos, que yo creo que fuera de cámara te he mostrado cómo soy. (...) En el programa, puedo hacer comentarios, pero yo a ti, a tu vida, a tus relaciones no las juzgo ni opino siquiera, porque creo que somos ya dos personas muy maduras, con una trayectoria profesional, con nuestra vida, nuestra familia, nuestras mochilas, y yo entiendo a todo el mundo. Entiendo que, en un momento dado, estás sometido a una presión y que, a veces cosas que yo digo, puede que no te sienten bien. Quiero decirte, de corazón, que no las digo para hacerte daño. De verdad, que no te juzgo. Cuando yo salgo de 'Sálvame', cuelgo el traje de faena y 'Sálvame' se queda aquí", ha declarado en un gesto de honestidad brutal.
Matamoros ha aceptado de buen grado sus disculpas, aunque ha querido matizar que "tienes que tener en cuenta que lo que tú haces públicamente y tu juicio, que es además la línea editorial de este programa, pues le llega a muchos millones de espectadores. A mí, hay veces que esas cosas, me duelen e intento superarlas. Tenemos una relación lejos del plató que luego no tienen nada que ver con lo que sucede en plató".
Efectivamente, cabe recordar que ambos se han descrito en pasadas ocasiones como personas poco rencorosas, y han hecho gala de su generosidad profesional, pero también personal. Y es que ambos han dado buena cuenta de su buena sintonía también fuera de plató a través de sus redes sociales. No en vano, Matamoros ha estado más de una vez en el bar de copas propiedad de la miembro del jurado de 'Got Talent'.