Lydia Lozano ha conseguido tocar la fibra de Belén Esteban. Si hay un asunto que consigue desarmar a la 'princesa del pueblo' es el que atañe a las personas en situación de exclusión social.
Cada día del año es una batalla que deben librar pero, por las fechas en las que nos encontramos y los valores que llevan implícitos, la Navidad se convierte en una época especialmente dura para los más desfavorecidos. Por esta razón, es tan importante la labor de las organizaciones y sus voluntarios que velan porque tengan una existencia lo más digna posible.
En un momento tan significativo del año, 'Sálvame' ha enviado a Lydia Lozano al Centro de Mensajeros de la Paz, situado en El Pozo del Tío Raimundo (Madrid) y que coordina el Padre Ángel, para acercar a la audiencia a las historias humanas que transcurren en su interior. La periodista ha recorrido sus espacios y ha ayudado a dar de comer a alrededor de 90 personas en situación de exclusión social. Tras el reportaje, Belén se ha roto y no ha podido contener las lágrimas, totalmente conmovida. Y es que las imágenes y los testimonios le han removido muchas emociones.
Confesaba que lo que acababa de ver había hecho que le "vinieran muchos recuerdos" y ha querido aportar su granito de arena en la difusión del trabajo del Padre Ángel y los voluntarios de estos centros.
Con palabras sinceras y sin afectación de ningún tipo, la tertuliana ha pronunciado un discurso tan reivindicativo como bello, que ha emocionado a todos: "Solo quiero decir que, yo que he estado allí con ellos, tendríamos que estar todos agradecidos tanto al Padre Ángel como a la gente voluntaria, porque gracias a ellos hay muchas familias y muchos niños que comen y, sobre todo, sienten cariño".
La colaboradora nunca ha ocultado sus orígenes humildes dentro del seno de una familia de clase trabajadora. Asimismo, ha rendido preciosos homenajes a sus padres, quienes hicieron esfuerzos hercúleos por tirar adelante a sus hijos.