Sálvame: Lydia Lozano, diagnosticada de tanorexia (adicción a tomar el sol)

Una dermatóloga somete a examen la piel de la colaboradora, y muestra su drástico y preocupante cambio por efecto del sol

Después de las sorprendentes imágenes de Lydia Lozano volviendo de Mykonos con la piel totalmente tostada por el sol, 'Sálvame' ha querido advertir a su colaboradora de los riesgos que corre al tomar el sol y acabar como una gamba. Este miércoles, el programa invitaba a la dermatóloga Cristina Eguren para analizar los efectos del sol en Lydia. Y el diagnóstico no es nada halagüeño para la tertuliana favorita de la audiencia. "Es para estar preocupada", afirmaba la doctora, "Lydia lo sabe, tiene tanorexia. Tiene una adicción a tomar el sol y para ella, mucho moreno nunca es poco", concluía.

Efectivamente, la periodista es totalmente consciente del problema que tiene, pero no está decidida a cambiar sus hábitos, a pesar de las serias consecuencias que podría tener. "Sí, soy adicta al sol y no voy a dejar de tomarlo, porque me gusta mucho, me da mucha energía. Me gusta mucho tomarlo en la espalda, porque me viene muy bien para esa zona", ha declarado Lozano. Su adicción es tan extrema que hasta ha llegado a tener una lámpara de rayos UVA en casa.

La dermatóloga ha querido hacerle comprender que es peor el remedio que la enfermedad para cargarse de energía y aplicarse calor en la espalda de esta forma tan imprudente. "Lydia tiene muchísimo fotodaño: muchísima mancha, arruga y flaccidez. Y va a ir a más", ha afirmado tajante.

Desde plató, han comparado tres imágenes de Lydia para hacer evidente los cambios que se han producido en su piel a lo largo de estos últimos veinte años. "Tiene una calidad de piel mucho peor y mayor flaccidez. El surco nasogeniano lo tiene más marcado, y eso es también fruto de la edad", ha señalado la doctora.

Lydia no ha estado conforme con el análisis al que se la ha sometido y ha excusado su aspecto en su aparición televisiva justo después de regresar de Mykonos. "La imagen está en alta definición. Se nos ven más las imperfecciones. Yo estoy supermorena y siempre hay un problema de maquillaje desde que hay televisión en alta definición. Y a mí me ha venido fatal", se justificaba. Asimismo, ha asegurado que no toma todos los días el sol, solamente los fines de semana. E imaginamos que debe exponerse muchísimas horas seguidas para el llamativo moreno que luce a finales de agosto.

Cristina Eguren ha concluido su análisis recordándole a Lydia que "la piel tiene memoria y, todo el sol que ha ido acumulando, ese daño va a estar ahí, en la piel. (...) No sois conscientes de que eso supone un daño para la piel. Lo que pasa es que se ha asociado a la belleza, a lo saludable, pero tenemos que cambiar ese chip, dejar de tomar el sol y, en el caso de hacerlo, hacerlo siempre con protección solar".