Sálvame: Las lágrimas de Jorge Javier al volver a casa después de su ictus

El presentador, que era operado de urgencias tras un grave infarto cerebral, sigue conmovido por el difícil episodio que ha superado y por las sensibles muestras de cariño

Actualizado a 22 de marzo de 2019, 17:55

Jorge Javier Vázquez no puede más que darle gracias a la vida. El sentimiento que ahora mismo le inunda es de alivio, pero sobre todo de gratitud. El angustioso episodio derivado del ictus que acaba de superar no cabe duda que marca un antes y un después en sus 48 años de vida. El presentador ha recibido el alta hospitalaria este viernes haciendo gala de su ironía y su sentido del humor tan marca de la casa, y con el que no solo se ha metido a todos en el bolsillo, sino que ha lanzado un mensaje claro de agallas, tranquilidad y esperanza. Sin embargo, las emociones han acabado desbordándole en el significativo camino a casa que ha realizado en coche junto a sus compañeros de 'Sálvame'. En un nuevo ejercicio de sinceridad brutal, Jorge Javier se ha roto volviendo a verbalizar su gran emoción tras superar una experiencia que podría haber sido el punto y final de todo.

Su habitual sentido del humor

Las bromas y los comentarios punzantes con los que ha ido trufando sus declaraciones, daban buena cuenta del fantástico tono con el que Jorge Javier Vázquez ha abandonado este viernes el Hospital Sanitas La Zarzuela (Madrid), donde llevaba ingresado desde este sábado. Un insoportable dolor de cabeza era la antesala de las noticias más preocupantes y que confesaba en su blog de Lecturas: había sufrido un ictus, por el que había tenido que ser operado de urgencias. El presentador ha querido dar personalmente las gracias ante las cámaras por las muestras de cariño que ha recibido y por cómo se han volcado todos con este episodio de salud.

Vuelta a casa

Después de despedirse de los compañeros de prensa, se metía en el coche que le llevaba de nuevo a casa. Nunca un trayecto tan familiar le sabía tan bien y tan intenso. La calma y la tranquilidad volvían después del vértigo al que le ha asomado el ictus, y era el tiempo de volver a reflexionar sobre lo vivido. Lo hacía junto a Omar Suárez, su compañero de 'Sálvame', que recogía las últimas palabras de Jorge antes de volver a pisar su hogar y abrazar a sus queridos galgos, que seguro que le han extrañado enormemente.

Emociones encontradas

"Me parece muy emocionante volver a casa. Tenía muchas ganas de hacer este camino", reconocía con los ojos vidriosos. Dejaban atrás el hospital y las calles, y Jorge volvía a recordar cómo fue el dolor latente e insoportable que le hizo claudicar el sábado y tomar la decisión de ir a urgencias. "La puerta de mi casa... La dejé abierta del dolor de cabeza que tenía", declaraba.

El tema de la muerte

El reportero apuntaba la entereza con la que ha hablado del tema de la muerte que tan presente ha estado estos días. "Llevo varios años preparándome para la muerte", reconocía Jorge. Si bien es un pensamiento que quiere ahuyentar desde que es consciente del peligro en el que se ha visto, y reconoce que "me gusta mucho vivir, quiero seguir", también ha confesado que es "un momento" en el que piensa, que quiere seguir haciéndolo para "estar preparado". Finalmente, ha acabado verbalizando la auténtica razón de su postura: "Es que hay gente que no lo ha contado.

Preocupado por su madre

Si ha habido una persona que le ha preocupado esta semana ha sido su madre, María Morales, quien pasaba las primeras angustiosas horas lejos de su hijo, en Barcelona. Ya en Madrid, no se ha separado de su hijo y ahora mismo se encuentra acompañando a Jorge durante su recuperación en casa, donde también les acompañan su representante, sus hermanas y P. "Tiene 79 años, está fenomenal de la cabeza, y me preocupaba su sufrimiento", afirmaba ya más serio.

Se rompe

El trayecto finalizaba y Jorge miraba con emoción su casa. Una vuelta en la que ya no sigue siendo el mismo, pero donde le esperan el motivo que le han llevado a romperse: sus perros. El presentador les ha echado mucho de menos y solo tenía ganas de abrazarles. El auténtico gesto con el que emocionalmente le convencerá que lo peor ya ha pasado. Sus palabras se han entrecortado también al dirigirse a sus compañeros de programa, que tan pendientes han estado de su evolución. "Cuando hablan de ti, te emocionas. Tengo muchas ganas de ver a mis perros y de reencontrarme con mi vida. Os quiero a todos muchísimo", decía ya sin poder contener la emoción.