Kiko Matamoros ha mantenido con la mayoría de sus hijos una relación compleja. En ella han existido episodios más o menos tensos, en los que no ha dudado en posicionarse en contra de actitudes que ha censurado con vehemencia. Sin embargo, eso no significa que sus hijos no le duelan. Si bien, hoy por hoy, cree que cualquier entendimiento con su hijo Diego es imposible; se muestra agradecido de haber podido solucionar los problemas con su hija Laura. Con la influencer, todo vuelve a fluir. Se quieren, se apoyan y lo demuestran. Además, le ha dado la mejor alegría que ha recibido en un año especialmente convulso para él: un nieto (el primero), al que adora.
Lo que no ha podido ignorar es que la separación con Makoke ha traído controversias y choques incendiarios en televisión; el último punto al que querían llegar para evitarle sufrimiento a la persona que tienen en común: su hija Ana. Con ella, Matamoros no quiere que se vuelve a repetir la misma historia que con el resto de sus hijos.
Este jueves en 'Sálvame', el colaborador se ha vuelto a venir abajo hablando de todos ellos. Pero especialmente de su hija Irene, la más desconocida de todos. El hecho de ir deteniéndose en los vínculos que mantiene con ellos, y verbalizarlo, ha sido consciente de que es una de las cuentas pendientes que más tristeza le producen.
Irene es la última de sus hijas nacida de su unión con Marian Flores. Kiko sabe enmascarar como nadie sus sentimientos a golpe de polémicas y de declaraciones incendiarias. Sin embargo, esas espinas que tiene clavadas en su corazón, vuelven a dolerle cuando las pone en palabras como es el caso de no haber tenido una convivencia con Irene.
A duras penas intentando no romper a llorar, aunque con los ojos húmedos de la emoción, ha querido pedirle una oportunidad a su hija como la ha tenido con Laura. El colaborador de 'Sálvame' es consciente que "recuperar el tiempo perdido es imposible", pero eso no le ha parado a la hora de mandarle un mensaje conciliador y conmovedor: "Espero que, por los menos, intentemos reconocernos y, en la medida de lo posible, que me perdone".