Este próximo 28 de julio, la familia Matamoros vuelve a vivir una importante celebración. Anita, hija de Kiko Matamoros y Makoke, cumple 18 años. Como tantos otros hijos de famosos, la mayoría de edad supone enormes cambios, el más importante es que su imagen deja de estar protegida por la Ley y su rostro ya aparecerá despixelado. Por otro lado, trae una de las decisiones más importantes decisiones para un joven con padres conocidos: entrar en el juego mediático y convertirse en una celebridad más; aceptar que vas a convertirte en el foco de atención de las cámaras, pero vivirlo con naturalidad; o continuar siendo una persona anónima.
Kiko no ha sabido responder a propósito de la elección de Anita al respecto de su cambio de status una vez cumpla los 18 años. Entre los casos de Alejandra Rubio, Alba Díaz y Andrea Janeiro, se ha mostrado evasivo de qué senda tomará su hija.
Sin embargo, ha dado algunos detalles de cómo va a celebrarlo y qué camino tomará inmediatamente después. "Celebrará su cumpleaños en una fiesta solo para sus amigos y en la que no habrá photocall", ha declarado con firmeza.
Con la misma rotundidad ha afirmado que no la veremos "ni en un plató ni dando exclusivas". Tanto esta decisión como el futuro que se ha proyectado tienen muy tranquilo a Kiko: "Me encuentro muy tranquilo, porque sé las ideas que tiene, y en septiembre se va a Milán a estudiar".
Una de las cuestiones que le han hecho sus compañeros se centraba en si intervendría para facilitarle los inicios en su carrera profesional y se ha mostrado categórico: "No la tengo que ayudar ni tengo pensado hacerlo, porque ya tiene su trabajo y le va muy bien". Y es que Anita es toda una 'influencer' muy seguida en Instagram, donde realiza labores de prescriptora de moda, belleza y estilo de vida. Asimismo, ha hecho sus pinitos como presentadora en 'Roomies', programa emitido en la plataforma digital Flooxer, de Atresmedia.
Anita no ha sido la única de sus hijos sobre los que ha hablado el Defensor del Pueblo de 'Sálvame'.
Ahora que existen rumores que cogen fuerza acerca de una posible reconciliación con su hijo Diego, ha reconocido que el abrazo que se dieron fue uno de los momentos más emocionantes que vivió en su boda. "Fue muy sincero y muy sentido", ha explicado.
Tiene sus dudas de que los Matamoros se vayan a convertir de la noche a la mañana en una familia unida y feliz, pues "no controlo la situación".
Otro de los momentos intensos que vivió fue cuando saludó a sus hijas Irene y Lucía, a quien hacía muchísimo tiempo que no veía. Aunque reconoce que no mantiene una "relación excesivamente cálida" con ellos, confiesa que "les quiero a todos por igual". El enlace de Diego y Estela le dio la oportunidad de volver a demostrar con gestos la ternura cómo quiere a Irene y Lucía, con quienes bromeó y vivió momentos de complicidad.
Pero si hay una hija que quiebra a Kiko esa es su hija Laura. Este viernes le dedicaba unas bonitas palabras desde Instagram y en 'Sálvame' ha revelado lo feliz que es porque las cosas vuelven a fluir entre ellos. "Estar en una buena relación con Laura me hace muy feliz. Pasamos una época complicada, pero los dos vimos que nos necesitábamos y nos queríamos", ha dicho emocionado. También le ha querido reconocer a la madre de su primer y único nieto que fuera tan cariñosa con él durante la boda.
El colaborador ha vuelto a reiterar el dolor que siente porque su Diego no invitara a su hermana Anita y ha declarado que: "No solo es su hermana, sino que es una gran hermana. Le ha querido y le ha tenido como un gran hermano".