Almudena Martínez conocida popularmente como 'Chiqui' y Borja Navarro, el padre de sus hijas, ponían fin a su relación de una década a finales del 2019. Una decisión muy meditada y de la cual ninguno se arrepiente, pero que ha abierto una verdadera guerra entre ambos. Desde aquel momento, la ex gran hermana se ha volcado en el cuidado de sus dos hijas: Alma y Bella, su única medicina para poder seguir adelante tras un matrimonio que ella misma definió como un auténtico "infierno" y se han tenido que ver las caras en el juzgado sin llegar a ningún entendimiento.
Chiqui y Borja, lejos de entenderse, están en su peor momento y entre tanta tensión acaban de aparecer dos nuevos protagonistas, que no estarían haciéndoselo pasar muy bien a la colaboradora de 'Sálvame': los padres de Borja. "Desde que yo me divorcié mis suegros ya no entran a mi casa, un día esta señora [refiriéndose a su suegra] fue un día a buscar a mis hijas y se creyó Kung Fú Panda y me rompió una puerta", ha contado Chiqui este miércoles durante una entrevista con Jorge Javier Vázquez.
"Yo no paso miedo pero me han llegado a pedir documentos como mi pasaporte, mi DNI.... y no sé para qué. Yo todo se lo digo a mi abogada y es que flipan", ha explicado Chiqui, que ha afirmado que sus ex suegros han llegado a insultarle y llamarle "de todo". La ex concursante de 'Gran Hermano' ha contado que la relación con su ex es nula, pero tiene que ver a su ex familia política por temas relacionados con sus dos pequeñas.
"No quiero nada con Borja y no quiero verle. No soy una delincuente, igual creen que voy a dejar el país... Mi casa es mía y como en ella mando yo nadie entra que yo no quiera, pero me han roto la puerta. Me dicen cosas muy feas que no deberían de escuchar mis hijas pequeñas. Estoy hasta el moño y está todo denunciado. De nunca me han querido", ha terminado.