Menudo cabreo se ha cogido Chelo García Cortés en 'Sálvame'. La colaboradora no duda en protestar y mostrar su disconformidad cuando algún comentario o situación con sus compañeros le desagrada. En esta ocasión, su enfado se ha debido a un asunto que encaja realmente mal: la manera en que ejecuta su trabajo. Después de haber estado poniéndole todo el amor a una macedonia que ha tenido que elaborar en plató, sus 'jefes' la han enviado a cubrir la presentación de 'Manual de resistencia', las memorias del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
La tarde no ha podido ser más movidita y variada para ella, pero ha aceptado sin rechistar los retos que le han propuesto. Hasta el hotel Intercontinental, lugar de la cita literaria, ha acudido la apasionada colaboradora con el objetivo de conseguir unas declaraciones en exclusiva del político socialista. Su misión era preguntarle acerca del episodio de su autobiografía en el que habla de 'Sálvame'. Pero las expectativas de éxito de García Cortés se han topado con un obstáculo infranqueable. La idea era que hablara con Sánchez en directo, pero la organización no ha permitido a ningún medio hacer conexiones durante la presentación, dando al traste el trabajo de la periodista.
A Chelo le ha tocado dar explicaciones a Carlota y a sus compañeros, que escuchaban atentamente su versión de lo que había ocurrido. Y, como pasaba en sus vídeos de 'Diario Ché', ha sido sometida a su incisivo análisis. Kiko Hernández se ha mostrado especialmente interesado por buscarle las cosquillas a su compañera, y la acusaba de estar repitiendo toda la información que había apuntado la guionista que la había acompañado al hotel. La colaboradora, que se ha excusado diciendo que la tarea que le habían mandado "es muy dura", se lo ha tomado fatal, hasta el punto que le ha soltado: "¡Al que no le guste, que venga a hacerlo!". El público se ha posicionado a su favor y le ha regalado un sonoro aplauso.
Carlota ha querido calmar la tensión al ver a su compañera tan alterada, y cuando le ha ido a preguntar sobre otro asunto para cambiar de tema, Chelo se quitaba el 'pinganillo' visiblemente cabreada y la dejaba con la palabra en la boca. No es nada fácil para los presentadores de 'Sálvame' lidiar con la visceralidad de sus colaboradores. Por suerte, la guionista, que estaba controlándolo todo, le ha vuelto a poner los auriculares y ha podido contestar a Corredera.
Menos mal que García Cortés no ha tenido que escuchar los comentarios sobre su macedonia, que si no se arma la mundial...