Belén Esteban está viviendo unos meses muy complicados. La colaboradora de 'Sálvame' se confinó el pasado 10 de marzo, cuando estalló la crisis del coronavirus muy preocupada y por precaución al formar parte de un grupo de alto riesgo. "Al ser diabética, tengo que tener cuidado. No tengo que salir a la calle para nada", confesaba en Telecinco cuando se decretó el estado de alarma. Una medida que ha cumplido a rajatabla y que solo se ha saltado una vez para salir a la compra perfectamente protegida.
Belén ha estado todo este tiempo acompañada de su hija Andrea, que además ha 'trabajado' codo a codo con ella en sus retransmisiones con Sálvame haciendo de operadora de cámara en sus ya famosas recetas. Pero ha estado separada de su marido, Miguel, que es técnico sanitario. Una situación agridulce que con el paso de los días y las semanas empieza a pesar mucho a la colaboradora.
La colaboradora de ‘Sálvame’ ha hecho frente a un confinamiento extremo debido a la diabetes y empezó su encierro con bastante buen ánimo y ganas de hacer cosas pero empieza a echar demasiado de menos su vida 'normal'. Así se lo ha transmitido esta tarde a Jorge Javier Vázquez después de que este le haya dedicado unas bonitas palabras.
Belén ha cocinado unas albóndigas y han sido todo un éxito y Jorge Javier se lo ha hecho saber y ella no ha podido evitar emocionarse dejando entrever que su estado de ánimo está al límite. El presentador le ha preguntado entonces cuándo se reincorpora al plató. "¿Cuándo vuelves? Tengo ganas... Tengo ganas de compartir contigo estas tardes", le decía el presentador.
La colaboradora, muy emocionada al escuchar estas palabras, le ha respondido con la voz entrecortada: "No trabajo desde el 10 de marzo y nunca pensé que echaría tanto de menos Sálvame. No sé cuándo volveré. Ahora hay que hacer lo que hay que hacer. Ya mismo nos veremos y discutiremos". "Os echo de menos, a mis compañeros, la redacción, las tardes en la Muralla...", ha dicho Belén con la voz en un hilo.