Los días de sol y playa están cada vez más cerca. Hay ganas de estrenar bañadores, bikinis y lucir palmito a la orilla del mar, así que hace unas semanas Anabel Pantoja decidió cortar por lo sano y decirle adiós a los malos hábitos. A estas alturas, su operación bikini está en su punto más álgido, pero Anabel ha sucumbido a la tentación y se ha saltado la dieta. ¡Adiós al Plan Pantoja! Y lo peor de todo es que la han pillado con las manos en la masa en sentido literal.
La sobrina de Isabel Pantoja, que acaba de mudarse de Sevilla a Madrid, quería romper con su vida anterior, sobre todo con los malos hábitos y poco saludables para adquirir otros más equilibrados y que le ayudaran a perder peso y lucir una figura más esbelta. Kiko Rivera destapó la caja de los truenos y le enseñó a su preparadora física la prueba del crimen: una fotografía en la que Anabel Pantoja se tomaba un chocolate con churros.
“¿Te parece bonito después de todo lo que estoy haciendo por ti?, le reprochó la entrenadora Pepa, que le pidió que corriera por el plató para quemar las calorías de la suculenta merienda. Y ahí no se acababa su castigo porque Pepi, por su santo, le había cocinado una tarta proteica pero como no se lo merecía decidió que en lugar de dársela íntegramente a Anabel la iba a compartir con el resto de colaboradores del programa.
Pero ahí no acaba la historia porque todavía quedaba la prueba de fuego, que no es el polígrafo de Conchita, sino la báscula. ¿El resultado? Ha engordado 700 gramos. “Hay un error, no es que haya engordado, es que estoy en el mismo peso”, intentaba excusarse la prima de Kiko Rivera. El tacañón de la báscula lo explicó: “La semana pasada pesaste 66,05 y esta semana 66,70, es matemática”.