Su salud pende de un hilo. El empeoramiento de Salvador Sobral, el último y flamante ganador de Eurovisión, ha hecho que su equipo médico haya tomado una decisión fulminante: ingresarle en el Hospital de Santa Cruz, situado en Carnaxide, a unos diez kilómetros de Lisboa. El corazón del cantante presenta dificultades para realizar sus funciones y ha tenido que ser monitorizado las veinticuatro horas del día. Tan solo un transplante podría acabar con la delicada situación que padece.
El ritmo frenético tras proclamarse vencedor de la última edición del Festival de Eurovisión ha hecho que la salud de Salvador Sobral empeore a marchas forzadas. Demasiada actividad para alguien que ya padecía un problema cardíaco -desde mayo, el cantante ha realizado más conciertos que durante toda su carrera anterior-. De hecho, alertado por los médicos, el portugués decidió cancelar sus últimos conciertos y poner su salud "en manos de la ciencia".
Ahora, a la espera de un corazón compatible para el transplante, Sobral ha tenido que ser ingresado de urgencia. “Él tiene máquinas que hacen las funciones de los órganos y está mucho más controlado”, ha afirmado una fuente cercana a la familia en la revista portuguesa TV7 Días. En el centro hospitalario, el cantante está asistido por personal sanitario y corre mucho menos peligro, afirman también desde su entorno.
“No es un secreto para nadie que mi salud es frágil”, explicaba el propio cantante hace pocas semanas a través de un vídeo colgado en su perfil de youtube. “Es un adiós temporal. Volveré pronto. Todo irá bien, que nadie se preocupe”. Pese a su optimismo, la situación de Sobral es grave y tanto en su país natal como los millones de fans por todo el mundo que se quedaron embelesados con su Amar pelos dos, guardan silencio a la espera de la llegada de ese nuevo corazón.
Ojalá se produzca pronto y pueda ponerle fin a esta pesadilla. Mucho ánimo y mucha fuerza.