El fallecimiento de Albert Solà a los 66 años hace apenas una semana ha generado un auténtico revuelo mediático. El supuesto hijo ilegítimo del rey Juan Carlos perdía la vida de manera súbita justo antes de que su aparición en '¿Quién es mi padre?' se estrenara en Telecinco en el programa presentado por Carlota Corredera. En esta entrevista emitida de forma póstuma, el que fuera camarero de 'La Bisbal' se ha abierto en canal sobre su infancia y adolescencia: "Cuando vivía en Ibiza con mis primeros padres venía a verme una señora muy elegante, siempre vestida con traje de chaqueta y falda, me traía regalos. Cuando luego estaba con mis padres, de vez en cuando recibía regalos carísimos que mis padres claramente no se podían permitir, me compraron un coche nuevo cuando mi padre jamás había tenido uno, él usaba coches de tercera mano, mis padres no tenían recursos para darme esos caprichos, no sé de dónde lo sacarían", ha manifestado dejando claro que esa mujer a la que se refiere es la madre de don Juan Carlos, su presunta abuela. Albert, que ha reclamado durante años la paternidad del emérito, no ha dejado indiferente a nadie con sus palabras y Carlota ha revelado la posible causa de la muerte y de los próximos pasos que va a dar la familia próximamente.
Tal y como ha explicado Carlota Corredera, el equipo de '¿Quién es mi padre?' ha tenido acceso al informe preliminar de la autopsia de Albert Solà y la causa de la defunción sería un infarto de miocardio.
Sin embargo, los seres más cercanos del camarero catalán estarían dispuestos a solicitar una segunda autopsia: "Los ánimos en el entorno de Solà están muy caldeados, es muy probable que se planteen pedir un segundo análisis del cadáver", ha contado Carlota Corredera muy sorprendida.
La prueba de ADN que podría confirmarlo todo
Durante las grabaciones de este documental, Albert Solà no dudó en contar que un agente del CNI fue la persona que le propuso hacerse una prueba de ADN para saber toda la verdad. El camarero relata cómo se puso en contacto con él para tomar las muestras tanto a él como a Don Juan Carlos. El agente aprovechó la aparición del emérito en la cumbre iberoamericana celebrada en Chile en 2007 para actuar y acudir rápidamente a un laboratorio.
"En una primera etapa vino una persona anónima y me pidió que realizase una prueba de paternidad con una prueba de ADN desconocida, se identificó como una prueba de paternidad positiva y así se dejó plasmado en un informe que se les entregó, inmediatamente se nos pidió que destruyésemos cualquier prueba del informe. En toda mi carrera no me han vuelto a pedir que destruya un informe completo, ¿para qué?", ha relatado Jaime Buj, el genetista que llevó a cabo la prueba y quien no ha dudado confirmar que les obligaron a borrar todas los informes existentes en el laboratorio de Lleida donde se llevó a cabo a cabo el proceso.