Saint. Como suena. Santo. Contundente, al lío y con el mismo número de letras que el nombre de su hermana, North. Y que su padre, Kanye. ¿Estamos ante una nueva tradición en los Kardashian West? De ellos nos creemos todo.
Como ya sabéis, estos felices padres han escogido este curioso nombre para llamar a su segundo hijo, un bebé que se las ha hecho pasar canutas a su madre y que le ha recordado por qué odia tanto estar embarazada. Ya puedes respirar tranquila, Kim, el niño ya está fuera y ahora puedes volver a tus corsés y a tus locuras para recuperar la silueta…
El nombre del bebé, anunciado de una manera muy inteligente, dos días después del nacimiento, para asegurarse no solo una noticia, sino dos (en una se cuenta que han sido padres, y en otra se aclara el nombre de la criatura) nos ha hecho recordar la cantidad de nombres raros que los famosos escogen para sus pequeños. Niños que se llaman como frutas, que homenajean lugares, a sus propios padres y hasta a Superman, son solo algunos ejemplos que evidencian que los vips tienen un sentido del humor muy extraño cuando se trata de estigmatizar a la sangre de su sangre.
Pero bueno, al fin y al cabo, todos viven en el mismo micro-cosmos y, al final, en las escuelas de Hollywood tienen que estar preparados para cualquier cosa. Tampoco es que esos niños vayan a ser escolarizados en el IES del final de mi calle. En ese caso les desearía mucha suerte. Suerte y confianza en sí mismos. Pero los niños de los famosos jamás tendrán que enfrentarse a esas burlas de los compañeros, porque los matones pueden ser hijos de estrellas del Country que tengan nombres aún más ridículos que los suyos, así que la cosa termina en Tablas.
Y Saint puede estar tranquilo, sus compañeros jamás le harán burlas, para eso tiene a un padre que se hace llamar Yeezus (un juego de palabras con Jesús) y una madre que es la reina de un imperio mediático, que puede lanzarlos al estrellato con solo hacerse un selfie con ellos. Eres un afortunado, Saint, en la escuela nadie te va a toser.