Es imposible no emocionarse con la historia de superación de Mafalda Carbonell, la hija del actor Pablo Carbonell y la promotora teatral María Arellano. La niña, de 11 años, ya es una habitual en los medios, gracias a su trabajo con actriz por el que ya ha tenido varias apariciones televisivas y su presencia en photocall junto a sus orgullosos padres desde muy pequeñita. Pero en su última aparición en la pequeña pantalla, en Sábado Deluxe, Mafalda nos ha demostrado que ya es toda una estrella.
La hija de Pablo Carbonell nació y los médicos no confiaban en que pudiera andar. La pequeña padece artrogriposis múltiple congénita, una enfermedad que solo afecta a uno de cada 3.000 niños nacidos. Pero sus problemas de movilidad no le han impedido cumplir su sueño: ser actriz. "Cuando fui a ‘Tu cara me suena’ con mi padre, me di cuenta de que me gustaban mucho los escenarios, y le dije que quería subirme ahí", contó en una íntima entrevista a Lecturas.
Con 11 años, Mafalda es ídolo de muchos chicos y chicas de su edad, y sobre todo un ejemplo. Ella, en cambio, ha encontrado su guía en su padre: "Desde que vi a mi padre subirse al escenario, cómo la gente le pedía fotos... Quería ser como él, ha contado en 'Sábado Deluxe'. Hoy tiene papeles protagonistas, pero cuando nació los médicos dudaban de que pudiera andar sola.
Mafalda Carbonell, cuya meta es ser una actriz como Millie Bobby Brown, la protagonista de Stranger Things, se ha emocionado al ver en un vídeo el cariño de los amigos que ha ido haciendo a lo largo de su corta pero intensa trayectoria como actriz, entre ellos la estilista Cristina Rodríguez o Edurne. Sin duda su mejor regalo de Reyes.
Y también se ha emocionado su padre de verla. El actor y cantante Pablo Carbonell ha encontrado en su hija una fuente de inspiración. "Recuerdo el día que el médico nos dijo que caminaría con mucha dificultad o que no iba a caminar directamente, entonces dije que sería una gran pianista y el médico se sorprendió de mi optimismo, pero ella siempre quería ser actriz... Mafalda siempre me da muchos motivos para estar orgulloso de ella", ha contado el intérprete a la que cariñosamente llama "doña Sagrario"; "es muy pequeña pero suelta cada cosa...", ha dicho.
Así, ha revelado una anécdota muy íntima en la que un día Mafalda se puso a cantar una canción que decía "podría vivir sin Dios" y al preguntarle su padre el porqué de esa letra la niña le preguntó "¿por qué unos niños pueden correr y yo no?".