Kiko Rivera se ha sentado en 'Sábado Deluxe' tranquilo, bien y feliz. "Estoy agradecido por las cosas que me está dando la vida", ha dicho el dj a la presentadora esta noche María Patiño. Kiko, con una sudadera de su firma Kantora is mine, lo que para muchos ha sido una auténtica declaración de intenciones, se ha sentado en un plató de televisión unas semanas más tarde de que su vida diera de nuevo un giro y se confesara en exclusiva para Lecturas. El mismo plató en el que hace exactamente un año dio su entrevista bomba en 'Cantora: La herencia envenenada'.
"Las cosas entre mi madre y yo no están tan bien como parece", ha explicado Kiko Rivera. El cantante contó en Lecturas cómo fue el encuentro con su madre en Cantora, pero desde ese momento las cosas han seguido su curso y la relación no es tan fluida como en un principio parecía. Kiko ha reafirmado, como ya dijo en Lecturas, que le perdona lo económico pero en su conflicto hay mucho más.
"A veces en la vida uno se planifica las cosas, sigo teniendo el mismo problema con mi madre, me está costando un poco ponerme de acuerdo con ella", ha dicho Kiko Rivera, tajante. Aunque Kiko Rivera decidió romper con su madre y lo hizo decidido y para siempre todo cambió dentro de él cuando se enteró de la muerte de su abuela. "La teoría no tiene nada que ver con la práctica. El fallecimiento de mi abuela me pilla en La Graciosa y se me parte el alma. Ahí se terminan todos los planes y me entra un sentimiento de culpabilidad horroroso. Pienso no me he despedido de mi abuela, soy un mierda de tío", ha explicado.
El encuentro con su madre Isabel Pantoja fue real y sincero: "Yo pienso que se ha muerto mi abuela pero a mi madre con la que no me hablo se le ha muerto su madre". "Lo único que he hecho ha sido perdonarle lo económico, no voy a seguir luchando por algo que me va a llevar 25 años pero mi madre se tiene que sentar conmigo y explicarme. No voy a volver a una guerra innecesaria porque me perjudicaba a mí mentalmente", ha dicho sobre la relación actual con su progenitora.
Kiko Rivera ha explicado que ahora es "el mejor Kiko", aunque tiene mucho que hablar con su madre se siente liberado. "Se despertaba el Kiko infeliz, porque no estaba contento contigo mismo y con la situación. Mi mujer me decía 'oye, tronco, aquí hay gente que te quiere. Mi vida se basaba en buscar la respuesta. Me levantaba de mala leche. Pero con la muerte de mi abuela, pum, chip cambiado".