Mila Ximénez ha regresado este sábado al trabajo. La colaboradora ha ocupado la primera silla del Deluxe en la que ha sido su vuelta oficial al trabajo y ha compartido con sus compañeros el sufrimiento físico y psicológico que ha experimentado durante sus 59 días confinada por culpa, en gran parte, de un herpes zóster.

Con muchísimo dolor y miedo de que le ocurriera algo, Mila ha contado que llegó a pensar que "no podría con ello". Así, ha comentado que uno de sus mayores miedos era que se le paralizara la cara después de que se lo contara su compañero Antonio Rossi.