En Sálvame sabes cómo entras pero no cómo sales. Es una de las frases de cabecera de Belén Esteban y no puede explicar mejor el funcionamiento del programa estrella de las tardes. Lydia Lozano aterrizaba en Mediaset y terminaba saliendo a plato disfrazada de Heidi. Lo que no imaginaba era que la tarde se le iba a complicar a los pocos segundos. Paz Padilla y Kiko Hernández destapaban un rumor que corría por los pasillos sobre la colaboradora… ¿Qué había podido hacer la pobre Lydia?
Lydia Lozano no tiene ni una tarde tranquila. Cuando no son sus enfrentamientos con los colaboradores, son las manías que destapan los trabajadores de la cadena o algún que otro vecino aireando trapos sucios de la colaboradora. Un sin vivir que, con todo, lleva bastante bien. Ni siquiera el disfraz de Heidi que le había tocado esta tarde servía para que se apagara. Lydia estaba guerrera y no pensaba dejar que Miriam Saavedra pasara por encima de ella.
Paz Padilla, antes de comenzar con los temas del día, miraba a Kiko Hernández y le preguntaba: “¿Has soñado con Lydia?”. El colaborador no entendía nada y pensaba que era una broma más de la presentadora. Nada de eso. No era un sueño, sino un rumor que corría por los pasillos y que Kiko había contado antes de entrar en plató. Lydia ponía cara de circunstancias. Conociendo el asunto, podía pasar cualquier cosa.
“Hay rumores que corren por Mediaset”, explicaba el colaborador. “Hay un rumor de que hoy te vas a hacer un Caparrós”. Lydia miraba incrédula. “Que vas a mirar a cámara y vas a decir ‘señores, después de cuarenta años, dejo Sálvame’”. Rápidamente, Kiko y Mila se morían de risa. Incluso la propia Lydia no podía evitar carcajearse con la broma. “Antes vamos desfilando todos uno a uno”, remataba Mila. ¡Pobre Lydia!