Los malos tratos han sido un tabú durante tanto tiempo que todavía son muchas las mujeres que los sufren en silencio o que los sufrieron en su día y prefieren no revelarlo. Sin embargo, y por fortuna, poco a poco la situación van cambiando y cada vez son más las mujeres que identifican y rechazan el maltrato desde las primeras señales y también son más las que se lanzan a explicar abiertamente que han sido víctimas de ellos.
La cantante Rozalén ha sido una de las últimas mujeres en confesar que sufrió malos tratos en el pasado, y lo ha hecho a través de su libro, "Cerrando puntos suspensivos". En él, relata con todo detalle algunos de los episodios vividos en su día a día durante aquella relación, y muchos de ellos ponen los pelos de punta: "Hoy me ha castigado en mi casa. Anoche salí con mis amigos y he llegado cuando ya era de día. Me ha preguntado con quién, cómo, cuándo y dónde. Me ha mandado a la cama y ordenado silencio y reflexión. No lo acompañaré en el plan de la noche ni sabré de él en dos días. Yo he aceptado mi culpa y cumplido mi castigo", escribe.
La cantante explica que su expareja cambiaba de actitud con ella a cada momento, elogiándola o insultándola según le apetecía, y que no paraba de presumir de sus "otras mujeres". Eso sí, no soportaba que ella tuviera la compañía de sus amigos: "Hoy ha echado de casa a dos amigos porque eran antiguos amantes. Me ha metido en un cuarto en plena fiesta para preguntarme qué tengo con mi amiga, aunque no me sienta atraída por mujeres. Ha cogido mi teléfono mientras hablaba con un músico compañero y le ha preguntado cuándo dejaría en paz a su mujer".
Según explica en el libro, Rozalén llegó a sufrir relaciones sexuales no consentidas y tuvo que soportar que él se acostara con otra chica a pocos metros de ella, además de ser rechazada por sus virtudes: "Hoy me ha prohibido hablarle por las mañanas. Dice que me levanto con demasiada energía, demasiado feliz, cantando y bailando. Esa cualidad de la que él se enamoró, pero ahora le molesta". Por suerte, esta tenebrosa historia terminó con final feliz cuando la cantante se quitó "la venda de los ojos". "Lo he expulsado por fin de mi hogar y de mi vida", son las últimas palabras de su relato y ojalá fueran las mismas que se atrevieran a decir todas las mujeres que estén pasando por lo mismo.