Después de la impactante entrevista exclusiva que concedía a Lecturas días antes, Antonio David se sentaba en 'Sábado Deluxe'. Una intervención televisiva que, si bien giraban alrededor de los temas que ya afrontaba valientemente en las página de la revista, no ha pasado desapercibida para todos los personajes que orbitan alrededor de la guerra del ex guardia civil con Rocío Carrasco. Una de las personas que se ha manifestado con preocupación sobre las declaraciones de Antonio David ha sido Rosa Benito.
Aunque, por lo que ha parecido en una primera impresión, la colaboradora televisiva quería pasar de puntillas en las polémicas que hacían referencia directamente a su sobrina y a los problemas con su hija, Rocío Flores, sus compañeros la han apretado hasta tal punto que ha acabado explotando y señalando la cuestión que más la apena.
El tema en cuestión es el que destapaba Antonio David a propósito de que parte del patrimonio y los bienes de su cuñada podrían estar a nombre de Fidel Albiac, marido de Rocío Carrasco. "Cuando se dice que todo está a nombre de Fidel, a mí me gustaría que se entrara en el Registro de la Propiedad y que se sepa a nombre de quién está ese chalé", afirmaba Rosa con cautela. Sin embargo, el miedo a que se cumplieran estas sospechas acababa brotando: "Si es así, a mí me daría mucha pena, porque me gustaría que mi sobrina Rocío tuviera algo, de su vida, de lo que le ha dejado su madre".
Isabel Rábago ha 'apretado' a Rosa instándole a explicar por qué el resto de la familia no le daban enseres y recuerdos de Rocío Jurado a su hija y a su nieta. Elevando la voz, y visiblemente enfadaba, Benito soltaba: "Ella ha sido heredera universal y se ha quedado con todo lo más grande: la casa, las joyas, Miami... Todo. Es que son muchas cosas. Y yo qué tengo, ¿un jersey? ¿Una medalla de la Virgen de Regla? Yo también le he regalado muchísimas cosas a mi cuñada Rocío. Muchísimas cosas".
Asimismo, la exmujer de Amador Mohedano ha manifestado la incomodidad que le provoca que se hable tanto de su sobrina después de tanto tiempo sin que se haya sabido nada de ella, entrando de alguna manera ella misma en una contradicción. "¿Qué ha pasado para que hablar de Rocío haya pasado de tabú a que ahora se haga como si se fuéramos a 300 por hora? ¿Por qué se habla ahora con tanta libertad?", se preguntaba.