La controvertida entrevista que Raquel Mosquera concedía en 'Sábado Deluxe' sigue causando reacciones. Esta vez la de Romina Malaspina, su archienemiga en 'Supervivientes 2018'. La exconcursante ha cargado duramente contra su compañera en la isla y le ha lanzado un feroz ataque. No solo la ha tildado de "victimista", sino de ser una falsa con dos caras, cuya mayor traición no la habría perpetrado solo contra el público del reality, sino contra sus dos aliadas: Saray y Sofía Suescun.
Romina cree haberle visto los hilos al personaje mediático de Raquel y formulaba una pregunta directa y que debe haber escocido a la finalista del reality: "¿No tiene otros temas de los que hablar que no sean su marido fallecido y Rocío Carrasco?". "Me pareció patética", ha apostillado.
Con esta cuestión, Malaspina sugería que habría hablado en más de una ocasión de estos temas en la Isla y los colaboradores de 'Sálvame' le pedían pruebas. Finalmente, se retractaba y afirmaba que "lo único que me dijo Raquel es que había estado casada con Pedro Carrasco, que fue boxeador y número uno de boxeo".
Debido a este desliz (o ataque gratuito), el resto de sus opiniones quedaba bastante desvirtuado, aunque no por ello dejaba de ser un hurgar en la llaga de Romina a Raquel. ¿Le seguirá el juego la viuda de Pedro Carrasco?
El otro de los temas en los que ha centrado sus feroces ataques han sido por su actitud ambivalente en Honduras. Según Malaspina, a la peluquera le gusta ir de "víctima" y jugar ese papel ante las cámaras. "Cuando veía el pilotito rojo de la cámara, se volvía toda amorosa, pero cuando no estaban las cámaras era totalmente diferente", ha asegurado.
La exconcursante ha ido más allá he incluso la ha acusado de "despertar a los cámaras para que la grabaran en medio de la noche, cuando todo el mundo estaba ya durmiendo". Algo que entraría en contradicción con lo que se ha dicho hasta ahora, pues la medicación de Raquel la dejaba K.O. durante la noche. Asimismo, ha señalado que su estrategia desde el principio era acercarse a Sofía y a Saray, "porque las veía ganadoras, pero luego a sus espaldas les metía fichas", dando a entender que les hacía juego sucio y las criticaba.