El paso por ‘Supervivientes’ es una experiencia que deja huella en los concursantes, no solo por las vivencias que experimentan en un reality tan intenso, sino también a nivel físico. Las duras condiciones del concurso, donde la comida no abunda, hacen que los participantes regresen a España mucho más delgados, sobre todo los que más lejos llegan en el reality, que suele durar unos tres meses. De la edición de ‘Supervivientes 2020’ uno de los cambios físicos más llamativos fue el de Rocío Flores, que perdió 16 kilos.
Al verse en el espejo en la recta final de ‘Supervivientes’, Rocío Flores se mostró sorprendida pero muy feliz con su cambio físico. Con el bronceado que había cogido en la isla y con su pérdida de peso la hija de Antonio David expresó que se veía “muy guapa”. Tras su paso por el programa, una vez acabada la cuarentena, la joven se trasladó hasta Málaga para reencontrarse con su familia y con su novio Manuel. Poco a poco Rocío Flores ha ido retomando su rutina y, ya asentada, ha pasado por el salón de belleza con el objetivo de cuidar su físico.
Este martes Rocío Flores se realizaba una sesión de maderoterapia corporal que, tal y como ella misma ha contado en su Instagram, ayuda a reducir la celulitis, activa el sistema circulatorio y sistema linfático, reafirma y tonifica, y ayuda a perder peso y volumen. La maderoterapia es una técnica holística que la hija de Antonio David tiene en común con su tía Gloria Camila, que también la ha probado.
Además de someterse a un tratamiento para combatir la piel de naranja y la celulitis, tras su paso por ‘Supervivientes 2020’ Rocío Flores ha prestado atención al cuidado de su pelo. Hace unos días la joven aparecía con nuevo look en sus Stories de Instagram, donde se le veía con un tono de pelo más claro y el cabello ondulado.