Antonio David no piensa cejar en su empeño de luchar por aquello que cree que es justo. No para él, sino para sus hijos. Tal y como hoy recoge nuestra revista Lecturas, el exguardia civil ha emprendido una ardua batalla legal contra su exmujer, Rocío Carrasco, que, a su vez, le demandó en su día por supuesto maltrato psicológico mantenido en el tiempo, para que esta ayude a sufragar los gastos de los dos hijos de ambos, Rocío y David. La mayor, agradece todas las empresas que su padre emprende por ellos y no duda en hacérselo saber de manera pública.
A través de sus continuas muestras de afecto y palabras de admiración, Rocío recompensa a su progenitor. La última, y publicada en las redes sociales, le dice lo “chiquitito” que es y lo mucho que le quiere. Una evidencia más de la buena sintonía entre ambos.
Ella, que cariñosamente le llama “jefe”, vive volcada con su familia, el motor de su vida. Un circulo pequeño en el que se encuentran su hermano, la pequeña de la casa, su padre y Olga Moreno, la pareja de este y que se ha portado como otra madre para ella y Da. Una familia que, actualmente, vive con los casi 2.000 euros que proporciona el negocio de Moreno, una tienda de ropa en Málaga. Una cantidad que resulta escasa para llegar a todos los gastos, mucho más cuando Ro estudia en una universidad fuera de Málaga (Paloma García Pelayo asegura que cursa estudios en Sevilla) y David necesita de ciertas ayudas extras como logopedas para continuar su correcto desarrollo.
Por este motivo, para que Rocío se responsabilizara de los gastos de sus hijos, David decidió demandar a su exmujer en septiembre del año pasado, cuando el menor de los jóvenes, sin haber cumplido los 18 años, decidió no regresar al domicilio materno tras unas vacaciones y establecerse con su padre. Todo esto coincidió en tiempo con el ‘sí, quiero’ de Carrasco a Fidel Albiac, la que había sido su pareja los últimos 15 años de su vida.
Tras un complicado cara a cara vivido el pasado 20 de diciembre en el Juzgado, la guerra entre Flores y Carrasco se ha acrecentado hasta límites insospechados. De su parte, Antonio David cuenta con el mejor apoyo que podía haber soñado, sus hijos que harían cualquier cosa por él.