Rocío Flores (26 años) es una fanática de los tatuajes, como ella misma reconoce, y la prueba es que asistió a la inauguración de un nuevo estudio y estuvo admirando los diseños que allí se proponían... y dicho y hecho. Rocío Flores sufre un impulso que lleva a tatuarse aquello que le gusta mucho. "Yo no sé vosotros, pero yo veo algo, me gusta y me lo tatúo. No me lo pienso", dijo en sus stories de Instagram. Así, Rocío se puso en manos de la tatuadora y se hizo un corazón. Pero no un dibujito de un corazón al uso, en plan romántico, sino una reproducción del órgano que late en nuestro cuerpo.
La hija de Rocío Carrasco compartió unas imágenes del proceso. El nuevo tatuaje está situado en la parte posterior de su brazo izquierdo, en una zona que es perfectamente visible ahora que llega el buen tiempo y comenzaremos a llevar manga corta o tops de tirantes. "He pecado y me he tatuado. Me encanta. Es súper bonito", confesó.
El tatuaje de Rocío Flores, con mensaje
El tattoo en cuestión tiene, además, un claro mensaje, como así lo ha hecho saber la propia Rocío Flores. "Muero me", escribe en sus stories. "Todo lo que hagas en la vida que sea con el corazón". El nuevo tatuaje está situado justo sobre la palabra 'Ohana', que en hawaiano significa 'familia'. De todos es sabido la importancia que Rocío Flores le da a la familia, pues otros tatuajes que lleva son el nombre de su hermano, la fecha de nacimiento de su padre, o la fecha de su abuelo paterno. Asimismo, en sus muñecas, lleva tatuadas las firmas de sus abuelos maternos, Rocío Jurado y Pedro Carrasco.
Dos años de la docuserie de Rocío Carrasco que conmocionó a España
Este tatuaje de Rocío Flores coincide en el tiempo con el segundo aniversario del estreno de la docuserie protagonizada por Rocío Carrasco que conmocionó a España, logrando hasta un 30% de audiencia. En 'Rocío, contar la verdad para seguir viva', la hija de Rocío Jurado sacó a la luz el infierno que vivió por culpa de su exmarido, su intento autolítico al saber que su hija estaría defendiendo a su padre en los platós, y puso sobre el tapete la hasta entonces prácticamente desconocida violencia vicaria, aquella que uno de los dos progenitores utiliza a sus hijos para hacer daño al otro progenitor.
La docuserie supuso para Rocío Carrasco una catarsis que le sirvió, como dice el título, "para seguir viva". Tras la emisión de los trece episodios, así como de varios especiales y de una segunda parte titulada 'En el nombre de Rocío', Rocío Carrasco ha encontrado la serenidad suficiente para afrontar un nuevo proyecto, un documental sobre la vida de su padre, Pedro Carrasco, que fue campeón del mundo de boxeo. Mientras tanto, Rocío Carrasco triunfa por toda España con el espectáculo-homenaje a su madre, 'Rocío Jurado, el musical', protagonizado por Anabel Dueñas.