Rocío Flores Carrasco se ha abierto como nunca antes, y lo ha hecho en sus redes sociales donde ha confesado lo mal que se sentía antes y el miedo que le provocaba ser juzgada por los demás. Ahora, ese terror lo ha vencido y todo gracias a dos buenas amigas.
“Siempre he sido algo extraña a la hora de tomar decisiones por el qué dirán o cómo me juzgarán”, empieza diciendo a estas dos amigas claves que tanto le han ayudado. Se trata de dos granadinas que, como ella, también se presentan en las redes como ‘coaches de vida saludable’, y, al igual que ella, promocionan su reto o “método” para bajar de peso. Ro no hizo público este gran cambio profesional, y parece que vital, hasta hace unos meses. A raíz de entonces, su Instagram se llenó de historias destacadas con chicas que habían seguido sus consejos de adelgazamiento, así como recetas… Flores se había especializado en algo que nadie, excepto su círculo más cercano, conocía.
“Si algo he aprendido teniéndoos a nivel profesional y personal, es que hay que luchar por nuestros sueños, hay que creer en uno mismo, que los límites nos los ponemos nosotros mismos”, dice agradecida. “Somos un claro ejemplo de superación, de constancia y de esfuerzo, pero gracias a vosotras me di cuenta que mi vida es mía y yo decido sobre ella, gracias por vuestro tiempo tan bien invertido en mi”.
Poco a poco, la hermética Rocío parece estar abriéndose al mundo y ahora nos presenta a dos de los “pilares fundamentales” en la que ella se atreve a denominar como “familia”.