Las 60 horas de grabación del documental 'Rocío, contar la verdad para seguir viva' tuvo momentos especialmente delicados para Rocío Carrasco. La hija de Rocío Jurado se vació como nunca lo había hecho antes, dejando sobrecogidos a todos con su tremendo relato. Pero para Rocío Carrasco no fue fácil, es más, hubo momentos muy duros para ella, porque recordar los episodios más truculentos que tuvo que vivir volvió a atormentarla como cuando en su día los sufrió en propia carne.
Ahora han trascendido los secretos mejor guardados de la grabación de esas 60 horas, un tema que 'Socialité' ha bautizado como los 'archivos secretos' de la serie documental de Rocío Carrasco. En esos archivos figuran, entre otras cosas, los dos brutales ataques de ansiedad que sufrió Rocío Carrasco, que le impidieron continuar con la grabación. Uno de ellos se produjo al tener que narrar la agresión que sufrió por parte de su hija, Rocío Flores, y que pudimos ver en los episodios 8 y 9 de la serie.
"Revivir la violenta agresión de su hija y los hechos posteriores impacta emocionalmente a Rocío Carrasco. Hasta tal punto que comienza a faltarle la respiración y sus pulsaciones se aceleran. Rocío Carrasco se rompe y pierde el control de las emociones. Está sufriendo una crisis de ansiedad. El equipo del programa se asusta y la dirección decide parar la grabación", dice el informe. Finalmente, Rocío se recompuso y pudo continuar con su dramático testimonio, gracias a la presencia de Fidel Albiac, pues con su ayuda, Rocío se tranquilizó.
El equipo que participó en la grabación de la serie, compuesto por 28 personas, aseguró que fue muy grato trabajar durante esas cuatro semanas con Rocío Carrasco y por eso les impactó tanto lo que sucedió.