“Con Ana María he coincidido una vez”. Rocío Carrasco no podía evitar referirse a Ana María Aldón contando la actualidad en la que se encuentra sumergida la todavía mujer de Ortega Cano. Con un proceso de divorcio sobre la mesa y un cruce de acusaciones que dura meses, Ana María es uno de los personajes del momento. Además, claro, ligado a la familia Mohedano. “Creo que es una mujer que ha sufrido”, asegura la hija de Rocío Jurado. “Creo que su sufrimiento no tiene nada que ver con el de mi madre, gracias a Dios, no tiene nada que ver”. Clara y directo, como siempre, Rocío también dedicaba unas palabras a Gema, la hija de Ana María Aldón, y la férrea defensa que hace siempre de su madre.
Rocío Carrasco reconocía que no ha tenido la oportunidad de hablar con Ana María Aldón y, aunque no es algo que esté en sus planes, no tendría inconveniente si se diese la ocasión. Unidas por sus respectivos nexos de unión con los Ortega y los Mohedano, Rocío se sinceraba sobre la situación que la propia Ana María ha narrado a lo largo de los últimos meses. “Yo me compadezco de cualquier dolor de personas que hayan sufrido, tengo corazón y el sufrimiento me duele a mí también”, explicaba durante el acto en que recogió un premio póstumo para su padre, Pedro Carrasco.
“Defiende con uñas y dientes a su madre”
Al hilo de Ana María, Rocío Carrasco no dudaba tampoco en pronunciarse sobre Gema, la hija de la diseñadora, con unas palabras que no dejan margen a la duda. “Lo que más me gusta de Gema es que defiende con uñas y dientes a su madre que es lo esencial y primordial”, aseguraba Rocío Carrasco. No ha faltado quien ha pensado inmediatamente en su hija Rocío Flores y en la distancia que las separa ya desde hace años. “Léelo como quieras”, apuntaba Rocío Carrasco. “Es la realidad”.
Gema Aldón se ha caracterizado por una férrea defensa de su madre ante los muchos ataques que ha recibido del entorno de los Ortega Cano. “He visto a mi madre muy malita, y a mi hermano mal también. Y me lo he comido yo”, estallaba hace escasos días en 'Sálvame'. “Y cuando estaba malamente se tenía que tomar una pastilla”. Con todo, la propia Gema reconocía que Ortega Cano nunca se había portado mal con ella. “Llevo 10 años en mi casa calladita escuchando cómo se habla de mi madre. Ya está bien, Todo tiene un límite”.