El episodio número cuatro de 'En el nombre de Rocío' no ha dejado indiferente a nadie. Rocío Carrasco sigue dispuesta a desenmascarar todas las mentiras vertidas por el clan Mohedano, Antonio David y Raquel Mosquera durante más de dos décadas. La segunda parte de la docuserie está volviendo a remover los cimientos de todas esas personas que han estado criticando sin piedad a la hija de Rocío Jurado. Ahora ella no piensa achantarse y ha vuelto a soltar revelaciones bomba. La mujer de Fidel Albiac ha señalado de nuevo a su exmarido como el único responsable de los abucheos que sufrió el día del entierro de Pedro Carrasco: "Alguien se encargó de poner a cuatro o cinco alborotadores para que hicieran ese jaleo y llevaran a la gente a reaccionar de esa manera. Me vas a preguntar quien, pues todo viene del mismo sitio. Viene por parte de el ser". La muerte del boxeador supuso un fatídico varapalo para Rocío Carrasco y, en esta entrega, ha querido abordar el momento exacto en el que se enteró de su muerte.
Rocío Carrasco ha explicado que el día de la muerte de su padre, se encontraba en un centro comercial junto a su suegra y fue Fidel Albiac el encargado de contarle lo que había sucedido. Una situación por la que a día de hoy sigue con un nudo en el pecho.
"Estaba en un centro comercial con la madre de Fidel. Nada más entrar yo percibo que la gente me está mirando de una forma rara. Entonces seguimos y al poco sonó el teléfono y era Fidel. Ella atendió el teléfono de pie, yo no la oí decir nada y la vi como que se iba para el suelo. La cogí y me dijo vamos para casa. Y claro que Fidel llamara yo me imagine mil cosas, pensé que había pasado algo, que había algún tipo de problema, yo le decía pero ha pasado algo a Fidel. No me cuadraba que si no fuera que había pasado algo hubiese esa premura por tener que irnos", ha comenzado explicando Rocío Carrasco.
"Cuando llegamos a la casa vi que estaba todo con normalidad y cuando subimos, yo pasé primero y cuando pasé primero vi a Fidel apoyado en un mueble, lo miré y le dije ‘qué pasa gordo, qué pasa’. Y me dice gorda que a tu padre le ha dado un infarto, yo le digo bueno, pero está Raquel, mañana estamos en Madrid. Entonces él me miró y me hizo así con la cabeza y ya entendí que no estaba. Que se había muerto. Entonces cogimos y nos fuimos para Madrid", ha zanjado. Una vez más, Fidel Albiac se convirtió en su apoyo más incondicional. La muerte de su padre inició una guerra mediática sin precedentes con Raquel Mosquera que, desgraciadamente, sigue a día de hoy.