Rocío Carrasco le ponía voz este miércoles a una de las etapas más oscuras de su vida en un nuevo episodio de 'Rocío: contar la verdad para seguir viva'. Un periodo de tiempo en el que la relación con Rocío Flores se fue resquebrajando hasta llegar a ese terrorífico episodio de agresión que para la hija de Rocío Jurado es imposible olvidar.
Pero antes de ese ataque, Rocío Carrasco ha revelado algunas de las actitudes que tenía su hija Rocío Flores, poco propias de una joven de 15 años. A las continuas faltas de respecto e incluso ataques a su propia persona, Carrasco recordaba como la joven "desapareció de mi casa" un día.
La hija de Rocío Jurado rememoraba como cada vez que ella le daba una orden tan habitual como 'Rocío estudia' aprovechaba para arremeter contra ella: "Cualquier cosa mínima era horroroso", admitía.
"Ese día llega la hora de la cena y vemos que la niña no está, y se lo digo a Fidel. Vivimos en una urbanización apartada, en la que hay un control en la puerta y pregunto si la han visto o si pueden mirar las cámaras. Fidel va por un lado de la urbanización y yo voy con el niño por otro, porque al niño no le podía dejar solo en casa. Nos tiramos como 3 horas y decían que no había pasado", relataba con evidente preocupación. Fue en ese momento cuando recordó que en la misma urbanización vivía una compañera de clase, Estefani. "Llamo por teléfono y se pone la madre de esta niña. Le digo '¿Usted ha visto a mi hija?' y me dice 'Sí, sí, está aquí' y entonces dije vale pues voy para allá. Entonces yo cogí, fui a la casa y me la llevé, pero en ningún caso le dije a nadie absolutamente nada", aclaraba dejando entrever que todo lo que se dijo por aquel entonces que ella había increpado a esa madre era mentira.
Una vez más, Antonio David Flores utilizó esta circunstancia de forma mediática para mostrar lo 'mala madre' que era Rocío Carrasco: "No pasó nada más como ha contado el padre", sentenciaba Rocío Carrasco en el último episodio de la docuserie.