Rocío Carrasco está cada vez más sola. La hija de Rocío Jurado ha sufrido un enorme revés tras el archivo de la causa que le enfrentaba con su ex, Antonio David, acusado de un delito continuado de violencia de género. La colaboradora, aislada de su familia, se refugia en su pareja, Fidel Albiac, y en su amiga Anabel Dueñas. Con ellos decidió reaparecer en público para asistir al concierto que Miguel Poveda ofreció en el Teatro Real el pasado 7 de diciembre…
La justicia no le ha dado la razón a Rocío Carrasco. Muchos años después de haber puesto final a su matrimonio con Antonio David, la hija de la desaparecida Rocío Jurado, decidía emprender una acción judicial contra este. Un durísimo proceso que podría haber acabado con el ex guardia civil en la cárcel. Acusado de un delito de violencia de género continuado, el colaborador pasaba por dos años de auténtico calvario.
Finalmente, y para desgracia de la propia Carrasco, la Audiencia provincial de Madrid decidía archivar la causa y terminaba la pesadilla para el ex guardia civil y su familia. Su hija, Rocío, así lo celebraba en su perfil de instagram días después de haber recibido la buena noticia. “Por fin puedo decir que se ha acabado la pesadilla que llevamos viviendo casi dos años, de incertidumbre y dolor. Doy por finalizada la etapa más dolorosa que he tenido gracias a recibir la mejor noticia que me han dado nunca”.
Ajena a todo
Rocío Carrasco reaparecía en el concierto de Miguel Poveda en el Teatro Real tras la decisión judicial. Fiel a su silencio, la presentadora prefería no responder a ninguna cuestión relacionada con el caso y se refugiaba en sus dos grandes apoyos, su marido, Fidel Albiac, y su amiga Anabel Dueñas -protagonista del musical homenaje a su madre, Rocío Jurado-. El archivo ha supuesto un gran mazazo.