Rocío Carrasco cerró ayer la primera etapa del documental ‘Rocío, contar la verdad para seguir viva’ dejando clara una cuestión muy importante. No está sola. Eso fue lo que la hija de Rocío Jurado quiso gritar a los cuatro vientos para que todo el mundo sepa que pese al conflicto que mantiene con gran parte de su familia, está muy bien rodeada. De nuevo habló del papel fundamental que juega Fidel Albiac en su vida. Tanto ella como su círculo más cercano siempre han alabado cómo él ha sido su máximo apoyo y cómo gracias a él ha seguido adelante. Pero no es la única persona con la que Rocío Carrasco ha querido tener un detalle especial en el último episodio de la docuserie. La hija de Rocío Jurado también ha destacado lo importante que es para ella su suegra.
Cuando a Rocío Carrasco le han preguntado si tiene miedo, ha asegurado que “se me va quitando poco a poco” y ha reiterado que Antonio David Flores no va a conseguir que ella viva asustada. Entre otras cosas por las grandes personas de las que ella está rodeada. Ha sido entonces cuando ha querido poner en valor a algunas de esas personas que “me ayudan cada día que me levanto y que han estado conmigo en los peores momentos de mi vida. Que nadie crea que no tengo gente que me quiere”. En ese momento, Rocío Carrasco ha contado que “tengo un marido 24 horas del día a mi lado y a mi suegra, que es la persona más maravillosa que he conocido en este mundo aparte de su hijo”.
Sobre la madre de Fidel Albiac, Rocío Carrasco ha afirmado que es la mujer “más honesta y a la cual estoy eternamente agradecida porque ha sido como mi madre”. Con estas bonitas palabras ha puesto en valor la función que ha tenido su suegra en sus peores momentos. Si algo caracteriza a Fidel Albiac y a su familia es su discreción. Los familiares del marido de Rocío Carrasco jamás se han pronunciado sobre todo lo que está ocurriendo con ella y sobre el sufrimiento que ha tenido en los últimos años. Pero pese a que prefieren mantenerse al margen y no hablar, Rocío no ha querido dejar pasar la oportunidad de tener este bonito gesto con la madre de su marido.