Los detalles de la brutal paliza de Rocío Flores a Rocío Carrasco han paralizado a medio país pero ahora, la mujer de Fidel Albiac ha continuado con su alegato y no es capaz de comprender cómo su hija mayor fue capaz de llegar hasta ese extremo. La expresentadora de 'Hablé con ellas', sin poder contener el llanto, ha revelado cómo fue el momento exacto en el que la Guardia Civil la llamó para informarle de la demanda que le había interpuesto la joven en compañía de su padre, Antonio David Flores.
"Tras la llamada de la Guardia Civil. Cuando entro en el cuartel se me mete en una salita, se me informa de que mi hija me ha denunciado por un delito de maltrato habitual con la firma del padre como persona responsable de la niña y que si quiero declarar. Se me leen mis derechos...", ha recordado destrozada y sin poder articular ni una palabra.
"Me da vergüenza, me da pena de mí, me da pena de mi marido que tuviera que vivir eso, me da pena ella de que fuera capaz de pertenecer a algo tan bárbaro y entonces cuando me dicen que declare y que me defienda y diga lo que tenga que decir, digo que no quiero declarar en sede policial, porque si lo hago allí estoy denunciando a mi hija", ha continuado Rocío Carrasco dejando constancia de que NUNCA sería capaz de emprender acciones legales contra Rocío Flores.
"Yo eso no lo he hecho nunca, pese a todo lo que se ha dicho yo nunca he denunciado a mi hija. Sí lo hizo Fidel Albiac, quiso poner en antecedentes la actitud y el comportamiento de la niña. Cosas que él había visto y yo le había contado. Cuenta que él ve ese día, no lo ve todo pero lo que ve sí lo quiere decir. Fidel declara y a mí me dicen que como no he querido declarar en el Guardia Civil pues que me llamarán del juzgado. Me pasa un 27 de julio y se me llama a declarar en sede judicial un 23 ó 24 de agosto", ha seguido relatando y demostrando que su marido estuvo a su lado en todo el proceso.
Además, ha querido volver a sincerarse y ha sido muy clara con respecto a lo que más le dolió de la agresión física de la que fue víctima: "A mí no me duele tanto la paliza como el hecho de que ella me quisiera meter en la cárcel. A mí la paliza no me duele, me duele el saber que una hija mía, que ha estado nueve meses aquí dentro y que la he parido yo, sea capaz de querer ver a su madre en la cárcel por algo que no ha hecho. Eso es lo que a día de hoy me mata y me mata por dentro", ha rematado desolada por el cambio radical que experimentó Rocío Flores en muy poco tiempo, algo provocado por Antonio David.