Rocío Carrasco encuentra en Ana Isabel Peces, directora del programa, su tabla de salvación

A lo largo de los 12 episodios que ha compuesto la docuserie 'Rocío: contar la verdad para seguir viva' una voz retumbaba tras la cámara dándole presencia a las preguntas que los millones de espectadores querían hacer a Rocío Carrasco. Nada hacía imaginar a Ana Isabel Peces, conocida por todos como Anaís, que esto cambiaría el rumbo profesional y personal de su vida.

Antes de cerrar con broche de oro su entrevista, Rocío Carrasco quiso agradecer el respeto y cariño con el que le ha tratado el equipo del programa desde el minuto cero pero hizo hincapié en la directora del programa con quien se fundió en un cariñoso abrazo dejando constancia del fuerte vínculo que se ha creado entre ellas. Pero, ¿quién es Ana Isabel Peces?

Rocío Carrasco se funde en un cariñoso abrazo con la directora del programa

Anaís lleva más de dos décadas trabajando en televisión, de hecho ya conocía a Rocío Carrasco durante la emisión del programa 'Hable con ellas', del que era subdirectora y para más inri tiene formación en estudios de género. Hoy es una de las grandes protagonistas de este programa que ha cruzado la línea y se ha convertido en un auténtico fenómeno social. La forma tranquila, sosegada, imparcial... con la que Anaís ha llevado de la mano a Rocío por los senderos de su vida ha sido aplaudido por todos.

En una entrevista muy sincera al portal Nius, Anaís confesó que la pregunta que más le costó hacerle a Rocío Carrasco es si quería o no a sus hijos: "Al principio no entendía la postura con sus hijos pero al final empaticé con ella. Entiendo el punto en el que está con sus hijos y cómo ha llegado hasta él", ha contado.

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Aunque 'Rocío: contar la verdad para seguir viva' a llegado a su fin, la relación entre Rocío Carrasco y Anaís va mucho más allá y es que en solo unos meses empezarán a trabajar en la segunda temporada: "En el nombre de Rocío". Entre ellas se ha creado un vínculo que va más allá de la televisión: "Ahora le toca desplegar esas alas y seguir su camino (...) Yo no le voy a soltar la mano".