Llegó el día. Rocío Carrasco ha hablado y sus palabras han sido tan fuertes como prometían. Tras ver los avances que Telecinco ha ido adelantando estos días de la serie documental 'Rocío, contar la verdad para seguir viva' creíamos estar ya curados en salud, pero nada más lejos de la realidad. Las declaraciones de la hija de Rocío Jurado han caído como una auténtica bomba.
El documental de Rocío Carrasco ha tenido como punto de partida el que, sin duda, es el momento más duro de la vida de la madre de Rocío Flores, el día que no murió. Todavía sobrecogida y con verdadero dolor, la hija de la más grande ha dado el paso de abordar públicamente cómo decidió quitarse la vida y el porqué. A partir de este momento, tras tocar fondo, fue cuando Rocío decidió que tenía que hablar y contar su verdad para seguir viva. Unas declaraciones impactantes que solo su círculo más íntimo conocía, hasta ahora.
El punto de partida de 'Rocío, contar la verdad para seguir viva' es el final de la historia de la hija de Rocío Jurado, el punto de inflexión, el 5 de agosto de 2019 cuando Rocío Carrasco intentó quitarse la vida: "Me pertenece solo a mí contarlo. Antes del 5 de agosto, me dijeron que mi hija va a defender a su padre en Gran Hermano VIP 7. En ese momento no estaba bien, por todo lo que llevaba pasando, nadie lo sabe pero llevo en tratamiento psiquiátrico y psicológico desde el año 2011. No quería salir de mi casa, no podía desarrollar mi vida como una persona normal, de repente me llegó esa noticia y por mi cabeza empezaron a pasar todos los 20 años anteriores y todo lo que se me venía encima otra vez pero ya con un elemento mayor que era mi hija en un plató defendiendo a su padre", ha comenzado explicando.
"Yo no veía desde el 27 de julio del 2012, no estaba preparada pero mucho menos para ver lo que iba a defender. No estaba preparada para verla a ella, lo que tenía claro es que no quería ver lo que venía, ni sentir miedo ni vergüenza y no quería seguir sintiéndome cuestionada por todo el mundo. No quería seguir viviendo en esas circunstancias… Ese día, el 5 de agosto decidí que no quería seguir viviendo, no podía, no quería volver. Yo ya había hecho todo lo posible porque todo eso cesase. Me tomé varias pastillas diferentes, me quedé dormida… Me salvó Fidel que fue la persona que entró en la habitación porque no me levantaba. No recuerdo nada. Cuando me ingresaron en un hospital especializado, tomé conciencia de la barbaridad que había hecho. Fue una soberana putada para los míos pero en ese momento no piensas en nada ni en nadie. Lo único en lo que piensas es que no quieres volver a pasar por lo mismo y que no quieres volver a ver el odio en tu hija. Es una acción egoísta y de la que me arrepiento, pero es la puta realidad", ha continuado rota.
Mucho se ha especulado sobre si Rocío Flores sabía de este triste y duro episodio de su progenitora, del que podría haber tenido constancia antes de viajar a Honduras para participar en 'Supervivientes'. Y de ahí su preocupación y sus lágrimas durante el reality por el estado en el que podría encontrarse Rocío Carrasco.