Rocío Carrasco va a por todas. Durante el episodio número nueve de Rocío: contar la verdad para seguir viva, la hija de Rocío Jurado ha abordado los instantes posteriores a la paliza que le propinó Rocío Flores y el momento exacto en el que su hija quiso meterla en la cárcel con ayuda de su padre, Antonio David. La presentadora se encuentra totalmente destrozada y no se explica cómo la joven ha actuado de tal manera: "Me da pena que mi hija fuera capaz de pertenecer a algo tan bárbaro", ha confesado con lágrimas en los ojos. Pero si por alguien ha sacado fuerzas, es por Fidel Albiac. Rocío Carrasco se ha propuesto hacer justicia con su marido y ha destapado el informe en el que se demuestra que el abogado jamás la maltrató ni a ella, ni a Rocío, ni a David Flores.
Rocío Carrasco ha dado un golpe sobre la mesa para defender a Fidel Albiac y asegurar, otra vez, que su marido se desvivía con sus hijos: "Se observa una situación de igualdad en la pareja, con una muy buena complicidad y respeto entre ambos. Como la menor y su padre habían apuntado de forma clara y explícita la posible situación de maltrato que estaba viviendo la madre por parte de su pareja, se realizó la entrevista intentando observar aspectos que pudieran tener que ver con la sumisión, dependencia, de la progenitora", se puede leer en el documento oficial.
Fidel Albiac ha estado al pie del cañón tanto con Rocío Carrasco como con David y Rocío Flores y las referencias del equipo técnico de asesoramiento del Juzgado de Menores Número Cuatro es la prueba irrefutable de que la hija de la más grande está diciendo la verdad, tras años de mentiras y ataques hacia su marido.
"El resultado de la observación en este aspecto, durante la larga entrevista mantenida, se aleja totalmente de esos planteamientos. Ambos miembros de la pareja asumen una situación de igualdad y respeto mutuo. Don Fidel Albiac participa activamente en la entrevista abordando todos los temas sin problema y ofreciendo todo lujo de detalles de la vida familiar, que son en esencia la misma vida que ya había descrito la madre en la primera entrevista. La madre no presenta ninguno de los signos de una mujer maltratada por su pareja, no hay miedo a sus propias manifestaciones, ni a las que se pueda hacer él. Se observó también que el Sr. Albiac está preocupado en la búsqueda de soluciones a la situación de la mejor porque ha vivido con ella desde que tenía tres años y principalmente porque sabe del sufrimiento de su esposa".