Rocío Carrasco ha relatado en el capítulo 'Miedo' de su documental los peores años que vivió junto a su hija Rocío Flores previos al fatídico 27 de julio de 2012 cuando madre e hija tomaron caminos separados y hasta hoy. Con lágrimas en los ojos y aún estremecida, la hija de Rocío Jurado ha insistido en la manipulación de Antonio David Flores sobre su hija y el daño que esta llegó a hacer a su madre.
"Hija de puta, puta, zorra, que yo nunca la he querido, que no la he atendido, que nunca la he llevado al médico, que no me preocupaba de sus estudios... Me decía 'me dan asco tus besos, no me toques…'. Yo la castigaba en el cuarto, como todos los padres a los niños y me decía 'al cuarto se va a ir tu puta madre que está enterrada'. Hay que vivirlo para entenderlo. No son las 24 horas del día así, tienen momentos buenos y los intentaba aprovechar para estar con ella y hacer cosas del día a día", ha explicado entre lágrimas.
Rocío Carrasco, entre la rabia y tirando por completo la toalla, ha lamentado que cuando eso pasaba Rocío Flores era incapaz de mostrar algún sentimiento de cariño hacia ella. "No podía permitirse tener un sentimiento bueno para conmigo, tenía que ir a casa de su padre con información, con algo, con algún tipo de dato", ha relatado.
"Yo le decía a ella 'no te puedo obligar a que me quieras pero sí a que me respetes y en mi casa se me respeta'. Cuando recibes eso de un hijo esa sensación te bloquea por completo. Me decía 'tú no sabes la que os tienen preparada' y sentí terror otra vez, porque tú no sabes lo que tienen preparado a la mañana siguiente. Y nada, a llorar mucho, encerrarte en la habitación y pastillita debajo de la lengua otra vez, ataque de ansiedad, lavarme la cara, hacer deberes, preparar cenas y acostar niños, eso es lo que yo hago...", ha relatado Rocío Carrasco desencajada.