Rocío Carrasco se ha dejado la piel para poner punto y final su documental. La hija de Rocío Jurado ha contado con pelos y señales que la razón por la que intentó quitarse la vida fue por la defensa de Rocío Flores a Antonio David durante su participación en 'Gran Hermano VIP 7': "Me afectó porque sabía que una vez que entrara el padre sería revivir los 20 años. Yo no veía a mi hija desde hacía 7 años y no estaba preparada para verla en un plató de televisión y mucho menos para verla defender lo que iba a defender. Tenía claro que no quería ver lo que venía", ha asegurado... Pero, rectificar es de sabios, y la mujer de Fidel Albiac no puede estar más avergonzada de la decisión que tomó y así lo ha hecho saber a todo su público.
"Me tomé varias pastillas diferentes y me quedé dormida. Fidel fue el que entró en la habitación porque yo no me levantaba y entró y me vio y me llevó al hospital. En el hospital me atendieron, llegué prácticamente dormida yo no recuerdo nada de lo que pasó en esas horas. Ni sé los tiempos, ni sé lo que contesté, luego sé porque lo he leído que dije una medicación que es lo que yo tomaba habitualmente. Sedantes, ansiolíticos, medicamentos para ataques de pánico. Digo que yo no quiero seguir así ni puedo con lo que está haciendo el padre de mis hijos conmigo", ha comenzado explicando Rocío Carrasco.
"En un primer momento digo que me da igual no haberlo conseguido pero lo iba a conseguir pero siempre me quedaba el puente de Segovia para tirarme. De ahí me ingresan en otro hospital especializado con una planta especializada en eso. Cuando yo tomo conciencia de la barbaridad que había hecho y quería hacer con posterioridad me doy cuenta de lo que hecho y me parece que era una soberana putada para los míos. Pero en ese momento no, en lo único que piensas es que no quieres volver a pasar por lo mismo y que no quieres volver a ver el odio en tu hija, ni volver a sentirte mala madre y sentir que has perdido las dos cosas más importantes de tu vida y no quieres volver a verlo reflejado en los medios o una tele mientras estas cenando en tu casa", ha continuado Rocío Carrasco asegurando que todas las mentiras que Antonio David ha vertido en su contra terminaron por pasarle factura.
"No puedo, no puedo, que no tengo fuerzas y en ese momento no tengo en cuenta al resto. Es una acción cobarde, egoísta y de la que me avergüenzo, pero es la puta realidad", ha seguido sin poder contener el llanto.
"Posteriormente me fui del hospital porque me avisaron que había alguien de prensa merodeando por el parking, me entrevisté con el médico y le dije que me quería ir a mi casa porque era el único sitio en el que me sentía segura y me dio el alta por fuga. Me fui cayéndoseme la cara de la vergüenza, nadie me ha reprochado nunca esa acción, pero tampoco hacía falta. Me pasé un mes y medio llorando por lo que había intentado hacer. Luego me cambia el chip. Nada ni nadie se merecía darle el gusto de quitarme de en medio y que no lo iba a ser. Me cambia el chip pero eso no significa que hayan cambiado mis sentimientos. Me cambia el chip porque eso no puede suceder, esto tiene que cambiar pero esto va a acabar con mi vida, este va a acabar con mi vida", ha concluido mostrando públicamente la fuerza que atrevió a sacar de la nada para continuar.