“Vaya, por alguno de vuestros comentarios parece que este año tampoco desfilo en la pasarela de NYC”, arranca Risto Mejide una de sus últimas actualizaciones en redes en la que ha hecho gala de un estupendo sentido del humor y de una finísima ironía para responder a los que le llaman gordo.
“Una pena lo que se pierde el mundo de la alta costura, con lo importante que sabéis que ha sido mi físico para llegar hasta aquí”, dice con absoluta retranca para después ponerse serio pues esta clase de comentarios no son ninguna broma. “Y otra pena que aún haya gente llamando gorda a gente y lo haga con ánimo de insultar. Puede que haya ganado algunos kilos, sí. Pero lo mío se corrige en un gimnasio. Lo vuestro, no”. Si el Risto te vacila, tú te callas y lo asimilas. El publicista da en el clavo a la hora de contestar comentarios odiosos de personas que se creen con todo el derecho del mundo a opinar sobre el físico de otros. No, no hay que hacerlo. No, no es necesario. No, no es censura… Es educación y respeto.
El marido de Laura Escanes y la influencer están pasando unos días en la nieve después de haber vivido una Nochebuena y Navidad de lo más familiares, con la familia de Laura y con el hijo de él. Ahora los enamorados brindan por su primera Nochevieja como casados en un coqueto refugio con chimenea en Puigcerdá. Planazo romántico donde los haya.
No podemos acabar el año sin mencionar el tronchante final de la contestación de Mejide y la hacemos nuestra. “Os dejo, que se me endurecen los polvorones”.