Tras más de 18 años de relación Doña Mar Flores (55 años) y D. Javier Merino (68 años) han decidido de mutuo acuerdo suspender de forma temporal su convivencia. Padres de cuatro hijos piden a los medios que respeten su privacidad y no les sometan a un acoso y seguimiento mediático que puede ser perjudicial para los niños", rezó el comunicado conjunto que la pareja publicó a través de la redes sociales tras casi dos décadas de matrimonio.
El divorcio fue de mutuo acuerdo y la pareja dejó entonces una posible puerta abierta a la reconciliación puesto que se suspendía "de forma temporal su convivencia", aunque finalmente aquello nunca ocurrió. Desde entonces los dos hicieron su vida y tomaron caminos muy distintos. Eso sí, la modelo no dudó en confesar años después lo mal que lo había pasado tras la separación del empresario.
"Me considero una persona muy afortunada, he podido desarrollar mi vida profesional. Tengo cinco hijos maravillosos y ahora todo es más fácil porque tengo una custodia compartida y no tengo ese remordimiento de conciencia que tienes cuando no estás con ellos. Tras el divorcio me costaba sonreír, me costaba estar alegre para que mis hijos me vieran alegre, me costaba verme guapa y tener ganas de vivir. La decisión de terminar mi matrimonio no fue mía sino de Javier", reveló la madre de Carlo Costanzia a 'ABC' sobre su relación con Merino.
La que fuera concursante de 'Mask singer: adivina quién canta' reveló entonces que envió la nota de prensa a través de su Instagram por respeto a su familia y porque le parecía "obvio" que después de tantos años había que anunciarlo para que no hubiera malo entendidos. "No es un fracaso, sino una apuesta que no sale", reconoció. "Donde te caes, te levantas y tienes la oportunidad de sonreír aunque las cosas no estén para sonreír", añadió Mar. Eso sí, reconoció que le costó mucho reponerse en algunos sentidos: "Como mujer, me sentí muy dañada, porque no me sentía que valiera como profesional o como madre estupenda. Esa parte sí que me costó reconstruirla", dijo.
La relación actual de Javier y Mar
Protagonista de los últimos titulares en los medios del papel couché porque el próximo invierno se convertirá en abuela gracias a Carlo y Alejandra Rubio, Mar contó hace pocas semanas cómo se lleva actualmente con el padre de sus cuatro hijos adolescentes. "Cuando te separas y te cae el peso económico de toda esta familia, aunque lo compartas con su papá, que es fantástico, pues te supone un poco de estrés", explicó en '¡Hola!'.
Y es que aunque algunos pensaran que la relación con Javier había acabado como el 'como el rosario de la aurora', lo cierto es que a pesar de no estar juntos siempre han querido lo mejor para Mauro, Beltrán, y los mellizos Bruno y Darío. La expareja se separó pero parece que toda la vida han hecho lo que fuera porque los cuatro tuvieran la mejor educación. "Por ejemplo, la relación con el padre de mis hijos pequeños es fantástica, hemos estado veintitantos años casados y nunca nos hemos llevado mal. Simplemente, necesitábamos nuestro espacio cada uno. Nosotros tomamos una decisión muy valiente. Aunque nos seguíamos queriendo mucho, decidimos separarnos para crecer más por separado. Y mis hijos lo saben. Eso no me parece un fracaso", dijo Mar hace unas semanas, a pesar de que hace años confesó que había sido Merino el que quiso divorciarse.
"Las personas con las que compartes tu vida, a no ser que atenten contra ti y te hagan daño, no son enemigos. De las cosas más maravillosas que me han pasado en mi vida es que me retiré al lado de mi pareja, el padre de mis cuatro últimos hijos, y eso me descubrió una fortaleza y una perspectiva de vida distinta. Me retiré del mundo en ese sentido, digamos del mundanal ruido, y eso me ha ayudado mucho; a criar unos hijos sanos, a que yo esté sana, me ha curado mis miedos y mis dolores, todo. A partir de ahí, una vez separada, he aprendido a continuar mi vida también de una manera independiente, e intentando cuidarme", relató sobre lo agradecida que está de haber hecho las cosas por el bien de sus pequeños y por ella misma.
Una etapa que fue difícil pero que viéndola con perspectiva le ha hecho parecer que fue un gran aprendizaje en el que además tuvo tiempo para dedicarse a lo que más quería, a la familia. Ahora Mar tiene puesta la mirada en un futuro cercano, el de convertirse en abuela por primera vez. Ha sido una situación que les ha pillado a todos por sorpresa pero que aceptan y que llevarán con mucho amor. Ahora lo importante es que todo vaya bien y que el bebé les traiga a todos mucha felicidad.