Iker Casillas ha regresado de Rusia, donde ha estado comentando para una televisión azteca los partidos que disputaba la selección de México. Y claro, después de quince días sin ver a sus dos hijos, Martín, de cuatro años, y Lucas, de dos, los peques esperaban con cierta ansiedad la llegada de su papi.
Sara Carbonero no podía creerse lo 'buenos' que estaban siendo sus dos hijos mientras esperaban la llegada de papá. Con Lucas sentado en cuclillas sobre un banco en el recibidor de la casa, pelota en mano, y Martín mirando al suelo deseando que el tiempo corriera más deprisa, Sara no pudo evitar compartir esa tierna imagen de sus dos angelitos.
Los deseos de Martín se cumplieron y por la puerta apareció Iker, con lo que podemos imaginar la algarabía de los críos. No sabemos si la periodista y sus hijos han pasado estos días en el pueblo natal de ella, Corral de Almaguer, o en el pueblo de él, Navalacruz. Lo que sí hemos podido ver que disfrutan de una magnífica piscina con la que aplacar el calor que, aunque ha llegado tarde, lo cierto es que ha venido con fuerza. Y en la piscina hemos podido ver cómo ha sido el reencuentro de Iker y sus hijos. Lucas, el más chiquitín, parece también que es quien más se ha añorado de su papá, pues no se separa de él, mientras que su hermano ya se ha metido en el agua.
No son los primeros días de vacaciones que comparte la familia. Cuando terminó la liga portuguesa, Iker Casillas, Sara Carbonero y sus dos hijos pasaron unos díaz en Navalacruz para viajar después a Cerdeña. Allí Sara y los niños pudieron disfrutar de las maravillosas playas de la isla. Después, regresaron a España y dejaron a los niños con los abuelos y Sara e Iker viajaron a Rusia para asistir a la inauguración del Mundial. La periodista regresó de Moscú al cabo de unos días para estar junto a sus hijos.