Tamara Falcó daba la cara tras el escándalo. Contra todo pronóstico, la hija de Isabel Preysler reaparecía ante las cámaras para confirmar su ruptura después de estar tres días refugiada en casa de su madre. "Si yo hubiera sabido un poquito de todo esto, no hubiéramos llegado hasta este punto (...) Creo que todo pasa por algo", confesaba a Jorge Javier Vázquez a través de una llamada telefónica a 'Sálvame'. Sincera charla en la que ha revelado que para ella la confianza es base en una pareja y ella ha confiado "hasta que la evidencia era aplastante".
La marquesa de Griñón eliminaba la imagen del compromiso nada más poner fin a su relación y no tardaba en bloquear a Íñigo en Instagram. Además, reveló que dejó el anillo de compromiso en casa antes de abandonar el domicilio. Sin embargo, y aunque ella ha asegurado que una reconciliación es "imposible", por el momento mantiene todos los recuerdos que han compartido a lo largo de estos dos años de romance. La última imagen fecha de hace solo dos semanas. En ella, la pareja aparece sobre la cama de su dormitorio: "Recuerdos que me llenan de luz este martes gris y lluvioso", escribía por aquel entonces sin pensar en que el fin de su historia de amor estaba muy cerca. A esta instantánea más hogareña hay que sumar algunas pinceladas de sus vacaciones por Mallorca, Marbella o Filipinas.
Todavía en shock, Tamara admitía que la fe le ha ayudado mucho a afrontar la decepción hacia el que era su prometido: “Estoy contenta porque confío en Dios, si esto ha pasado se por algo y esto solamente puede ir para bien".
Íñigo Onieva, preocupado por su imagen pública
"No para de llorar", "está fatal" o "no quiere salir de casa", son solo algunas declaraciones que se han dado sobre el estado de Íñigo Onieva. A diferencia de Tamara, que apostaba por reaparecer para zanjar de una vez y por todas el escándalo, el empresario no se ve con fuerzas para afrontar las preguntas de la prensa por la "vergüenza" que eso le supone. Cabe recordar que él mismo negó la mayor cuando el vídeo vio la luz y alegó que se casarían "pese a quien le pese".
Al margen de la ruptura con Tamara Falcó, su círculo más íntimo apunta a que el empresario estaría muy preocupado por cómo esta situación puede afectar a sus negocios.
Durante su noviazgo con la marquesa de Griñón, Íñigo inauguró su propia discoteca y es socio de un restaurante de lujo en Madrid, inversiones que hasta ahora le han dado muchos beneficios. El apoyo social a Tamara es arrollador y se vio durante la tarde ayer. Solo el tiempo dirá cómo afecta o no a la ya expareja.