Las cartas ya están sobre la mesa. Pese a que la Rebe, de los Gipsy Kings, había avanzado a su madre y sus primas que su relación con Jose, padre de su hijo, no estaba en su mejor momento y que “se habían dado un tiempo”, finalmente ha optado por contar la dura realidad: ya no volverán juntos.
Ya no hay tiempo que valga, entre ellos se acabado el amor y no hay manera de arreglarse, por lo que ella ha decidido refugiarse con los suyos para olvidarse del chico con el que se escapó para vivir un apasionado romance que no llegó ni al año.
Marisol, la madre, insistía en que “con paciencia y con la ayuda del Señor se iba a arreglar”, y Dani, el padre, sufría por ver a su hija tan deprimida, “se siente sola, no tiene ilusión por nada. No vemos bien a la niña y me preocupa mucho”. El hermano de Daniel les recomendó “tenéis que estar pendientes de ella porque, al fin y al cabo, solo es una cría”.
El momento de la confesión de Rebeca ha llegado tras pillar a toda su familia hablando de ella, “estáis hablando de mi vida, no habéis hecho otra cosa que hablar de mí a mis espaldas desde que he llegado. Este tema lo quiero dejar ya porque me quema. No me siento bien”.
Su tío le ha pedido que fuera clara, “primero nos dimos un tiempo, pero ahora estoy ‘dejada para toda la vida’. Él por su lado y yo por el mío”. Las caras de sus padres han sido un poema, tras escuchar esta confesión pues esperaban que ocurriera un milagro. Pero esto no pasará. Al final, su familia le ha hecho una promesa a la joven: no volverán a hablar de este asunto que tanto daño le provoca, “No hablemos más del tema porque me duele. Ya no se habla más de este tema”.