Alba Carrillo (38 años) está de enhorabuena. Probablemente ni ella misma hubiera podido imaginar cuando fue despedida de Mediaset que ese hecho que en principio le enfadó muchísimo le abriría las puertas de muchas otras oportunidades laborales, algunas incluso con las que quizá nunca habría soñado como por ejemplo presentar un programa propio en Netflix. Pero empecemos por el principio, porque si Alba Carrillo está en boca de todos esta semana es por su participación en ‘Estirando el chicle’, el podcast -ganador de un Ondas- presentado por Victoria Martín y Carolina Iglesias, donde ha demostrado que no ha cambiado en absoluto y que sigue siendo esa mujer rápida y sin pelos en la lengua que siempre mostró ser. En el espacio ha contado que ni tiene pareja ni quiere tenerla por el momento porque siente que no está eligiendo bien, de manera que hasta diciembre está en plan ‘detox’ y no quiere conocer a nadie.
Lo que no es extraño teniendo en cuenta que en plano profesional está imparable. Ya hace unos meses que grabó ‘Jugando con fuego’, un formato que llega a España de la mano de Netflix y que ha contado con ella para darle el toque patrio puesto que se trata de una adaptación; todavía no se ha estrenado, pero se espera que llegue este 2025. Esto lo ha compaginado con su papel como colaboradora en DCorazón de Televisión Española, y en la misma cadena han contado con ella para ‘Pasa sin llamar’, un nuevo programa del que aún no tenemos muchos datos, pero en el que ella está confirmada junto a Inés Hernand y Mariona Casas (además de una tercera integrante de la que todavía se desconoce la identidad).
La realidad de Alba Carrillo tras su amarga salida de Mediaset
Y si tenemos en cuenta que, entre todos estos proyectos, ha escrito un libro con sus vivencias dentro y fuera de la televisión, que ya se publicó y que se llama ‘Lista para la vida’ y que tiene un podcast donde da rienda suelta a su pasión por la criminología, que es algo que está estudiando desde hace unos años, resulta más que evidente que está en uno de sus mejores momentos. El podcast es 'Crimen y Carrillo' y en él ella misma, junto a Blas Ruiz Grau, repasa alguno de los crímenes más famosos de la historia. Ha tenido tanto éxito que ahora el formato ha pasado al teatro y ya han confirmado tres shows en Madrid en los teatros Luchana, lo que se traduce en una nueva conquista para Alba, pues en el teatro si que es su primera vez.
En una entrevista que Alba concedió para la revista Lecturas en un evento la pasada primavera se le preguntaba precisamente si podía llegar a imaginar todo lo que ha hecho en el último año, porque la salida de Mediaset fue muy dura para ella, y está era su respuesta: “Muchos amigos me lo han dicho, porque me lo dijeron. Yo lloraba como una magdalena, como un duelo, ruptura, tal… Y me decían ‘qué es lo mejor que te ha pasado, espera, que lo mejor está por pasar’. Y yo no me lo podía creer. Más anunciantes, más vida social, más gente que se te acerca, más proyectos. Lo de Netflix que ha sido un puñetero sueño”.
El momento personal y económico de Alba Carrillo
Y es que, si en el amor está tranquila y sin necesidad de tener a alguien al lado, en el trabajo todo le va bien, como madre empieza a tener más tiempo para ella porque su hijo va creciendo y acaba de marcharse a estudiar fuera de España un tiempo, en lo económico también goza de una buena posición. Pese a que en el pasado si dedicó esfuerzos a algún proyecto que no salió como esperaba, un intento de crear una firma de moda para ir a conjunto madres e hijos que finalmente no prosperó, tampoco marcó una gran pérdida en su trayectoria.
Y, además, desde hace muchos años tiene una casa en propiedad, un chalet pareado que compró en 2012 y que es en el que vive tras su divorcio de Feliciano López. Con 227 metros cuadrados, una enorme terraza y piscina, Alba dispone del espacio suficiente para ser feliz y hacer su vida sin depender de nadie. Y además recientemente ha ampliado el patrimonio comprando una casa en su pueblo, que está en la provincia de Ávila, para reformarla y pasar allí sus veranos, algo de lo que disfruta mucho, sin tener que quedarse en casa de sus familiares. Algo que puede hacer y mantener, aparte de por todo el trabajo anteriormente mencionado, por el que hace en redes sociales, donde pone su imagen a diferentes productos de diferentes marcas, aunque no sea su cometido principal. No cabe duda, a Alba aquel refrán de que cuando se cierra una puerta se abre una ventana, le representa a la perfección.