Blanca Romero (48 años) jamás hubiese adivinado cómo le cambiaría la vida aquel desfile en su Gijón natal. Modeló con apenas 14 años. Tres años más tarde ya estaba sobre la pasarela de París como imagen de Givenchy. Recorrió medio mundo antes de dar el salto a la interpretación en 2008 con la serie ‘Física o química’. No tardaron en llegar los reconocimientos como la nominación a Mejor Actriz Revelación en los Goya por ‘After’, su debut en la gran pantalla.
Desde entonces ha hecho de todo, incluso componer alguna canción o posar desnuda para denunciar la grave situación del agua a raíz de la Expo de Zaragoza en 2008. Su imagen ha sido de las más cotizadas por las principales cabeceras de moda, además de las grandes firmas de la industria como Giorgio Armani, Christian Lacroix o el gigante Cortefiel. O su participación como concursante de ‘MasterChef Celebrity’ donde demostró sus dotes en la cocina y quedó semifinalista.
Esta oportunidad, la de cocinar en los fogones de 'MasterChef', llegó después de hacer una pausa en su carrera profesional para criar a su hijo Martín. En su momento, no le hizo mucha gracia, pero no le quedó otra que ponerse a trabajar para ganar dinero. "Aunque a veces he sido mercenaria. Vendí ropa que no me gustaba y defendí guiones que me parecían una gilipollez. Ahora la vida me obligó a trabajar de nuevo. Si no, jamás habría ido a ‘MasterChef’", dijo en una entrevista en El País.
Esta experiencia le sirvió para darse cuenta de que con lo que ha vivido a estas alturas, ya no le da tanta importancia a su imagen: "Ahora me da igual ir con tres tallas más por la calle, que me vean guapa o fea. No soy menos feliz por eso. Antes no hubiese permitido que la mitad de mis primeros planos en ‘MasterChef’, en los que se me ve feísima, hubieran salido a la luz. De modelo hubiera puesto el grito en el cielo".
Blanca Romero regresa al plano mediático
Ha regresado con mucha fuerza. "Estoy en mi momento más fuerte. Es ahora o nunca, y voy a por todas", reconoció Romero, quien está rondando los 50 años. Entre manos tiene la emisión de ‘Next Level Chef’, un talent show culinario que busca competir contra ‘MasterChef Celebrity’ y que ella misma presenta. Además, hace tan solo unos días se convertía en la cara de Telecinco para dar las Campanadas de Fin de Año.
Ataviada con un impresionante vestido de Mario Salafranca, Blanca Romero se subió al Castillo de San José en Lanzarote junto a Ion Aramendi para celebrar la llegada del nuevo año con todos los españoles. No lo hizo sola, sino acompañada por sus dos hijos, Lucía y Martín, en lo que consideró una de las noches más especiales de su vida. "
Son lo más importante que tiene, tal y como ella misma confesó en una publicación a través de sus redes sociales. "No me puedo sentir más orgullosa de ser vuestra madre, ni sentirme más querida. Disfruto como madre que mis hijos me aconsejen con la ropa… Poder pedirles opinión para casi todo. Me fío plenamente del instinto y criterio de mis dos hijos", escribía.
El corazón blindado de Blanca Romero
Junto al pequeño de sus hijos, vive en su Asturias querida. En 2011 decidió dar un giro de 180 grados a su vida y trasladarse a una fabulosa residencia que se construyó en Villaviciosa, alejada del bullicio de la capital española. "Me fui de Asturias muy joven, pero siempre supe que algún día volvería", explicó encantada con el cambio. Se dedica a dar paseos por el monte, montar en bicicleta, cocinar y hacer deporte, además de dormir siestas cuando sus actividades profesionales se lo permiten.
No le pide nada más a la vida. Ni siquiera quiere oír hablar de hombres hasta que su hijo se independice. "Hasta que mi hijo pequeño sea independiente. No me apetece compartir tiempo con nadie más que mis hijos y mi trabajo", decía en una entrevista reciente con ‘¡Hola!’.
No está dispuesta a abrir su corazón de nuevo ni a enamorarse después de varias relaciones fallidas, como su matrimonio con Cayetano Rivera. Es algo que le parece pasado de moda. Aunque dice que si estuviera buscando a alguien "podría tener un gran barco, un avión privado, una isla y varios áticos alrededor del mundo. Estar bien dotado y tener un gran talento artístico".