Mal empieza el año para Raquel Sánchez Silva. Si el 2015 lo despidió con un sabor muy dulce, tras haber dado a luz a sus hijos y haber presentado su segunda novela, 2016 empieza con su peor pesadilla. La familia del que fuera su marido, Mario Biondo, sigue sin estar contenta con el dictamen de la justicia española que señaló que el cámara se había suicidado. La familia nunca se ha creído esta versión y ha movido cielo y tierra para demostrar la que ellos creen que es su verdad: que fue asesinado.
Aunque no han conseguido nada de la justicia española, con la italiana sí han tenido suerte y han logrado que se reabra la investigación. Es por eso que el próximo lunes 18 de enero, Raquel, junto con otras nueve personas, según informa Vanitatis, tendrán que declarar ante dos fiscales de Palermo. Lo harán en Madrid, y algunas de las personas que prestarán declaración serán el primo de Sánchez Silva, su mánager, la señora encargada de la limpieza del hogar (que fue quien halló el cuerpo sin vida del fallecido) y trabajadores de negocios cercanos a la casa que compartía el matrimonio.
Esta supone la segunda vez que la presentadora tiene que enfrentarse a una situación parecida. Hace dos años, Raquel tuvo que contar su versión de la historia ante la justicia, y en 5 días tendrá que reabrir el episodio más traumático de su vida.
Los padres del cámara, Santina y Pippo, consiguieron que el caso se reabriera en Italia, que se le realizara una nueva autopsia (que arrojó los mismos resultados que la que tuvo lugar en Madrid: Mario se había suicidado, en su muerte no había implicada otra persona), pero no contentos con esta, pidieron a otros dos forenses diferentes que realizaran sus valoraciones. Fue entonces cuando las periciales médicas que obtuvieron echaron por tierra lo que hasta entonces se había dicho. Según estos, el camarógrafo falleció a consecuencia de un asesinato violento y después se dispuso todo para que pareciera una muerte provocada por él mismo.